Ruber Bustos Ramírez
En cada taza de Café de Colombia que se disfruta alrededor del mundo, se encuentra el esfuerzo y la dedicación de nuestras familias caficultoras. A pesar de las adversidades y la imagen negativa que en ocasiones nos imponen las malas noticias, la labor incansable de nosotros, los caficultores y la estrategia de la Federación Nacional de Cafeteros han logrado construir una imagen positiva y llena de orgullo para nuestro país. Este legado se refleja no solo en la calidad del café, sino también en el reconocimiento internacional de nuestras tradiciones y valores.
Cuando la Selección Colombiana de Fútbol pisa el campo, es llamada con orgullo “Los Cafeteros”. Este apodo no es casualidad, sino un homenaje a nuestras raíces y a los hombres y mujeres que, con valentía y fortaleza, trabajan día a día en los cafetales. De igual manera, nuestros ciclistas Fernando Gaviria, Egan Bernal, Santiago Buitrago y Harold Tejada, orgullo Laboyano, quien lleva la tradición cafetera en su sangre al ser oriundo de Pitalito, municipio primer productor a nivel nacional de café, llevan con honor la bandera de Colombia y son conocidos como “los escarabajos cafeteros” en competencias como el Tour de Francia 2024. Estos atletas, al igual que los caficultores, representan la resiliencia y el espíritu indomable de nuestro país.
El Programa Café de Colombia es una muestra clara de este compromiso con la excelencia, en principios éticos y de conducta, garantizando que el origen de nuestro producto sea respetado y valorado. El distintivo logo triangular del Café de Colombia no solo certifica la autenticidad y calidad superior del producto, sino que también simboliza una comunidad dedicada al trabajo duro y a la voluntad de hacer las cosas bien.
La FNC ha sido un pilar fundamental en la promoción y publicidad del Café de Colombia, posicionándolo como “el mejor del mundo”. Desde la creación del emblemático personaje Juan Valdez y su mula Conchita en 1960, se ha consolidado una imagen que representa a todos los caficultores colombianos. Este símbolo no solo ha llevado el café colombiano a los mercados más importantes como Estados Unidos, Japón y Europa, sino que ha conquistado casi 70 países, haciendo de nuestro café uno de los productos más reconocidos globalmente.
Una parte esencial de este éxito ha sido la estrategia Café de Colombia de la FNC, diseñada para promover la marca a nivel mundial y asegurar la rentabilidad y sostenibilidad del cultivo de café. Además, el Servicio de Extensión de la FNC ha transformado el cultivo del café en una empresa rentable y productiva, proporcionando asistencia técnica práctica y útil a los productores, y convirtiéndose en verdaderos aliados en el campo.
Gracias a la dedicación de la FNC y a la labor de los directivos y colaboradores, grano a grano, se ha construido un trabajo que es reconocido y valorado en todo el mundo. Estamos orgullosos de este legado, forjado con la valentía, fortaleza y resiliencia de los caficultores y sus familias. Un legado que se siente cada vez que alguien disfruta de una taza de Café de Colombia.
