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Cafeteros del norte del Huila buscan recolectores de café

Abr 2, 2024

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Los caficultores de Vegalarga, Tello, Baraya y Colombia están preocupados ante la escasez de mano de obra. Tras un verano intenso y algunas lluvias, los granos de café han madurado. Los líderes afirman que, la alteración del orden público en algunas zonas del Huila, ha hecho que no lleguen los recolectores.

Diario del Huila, Panorama

La industria cafetalera en el Huila enfrenta una crisis sin precedentes que amenaza la estabilidad económica de los caficultores locales. La combinación de problemas climáticos, plagas y la ausencia de mano de obra ha generado un escenario desafiante para quienes dependen del cultivo del café para subsistir.

Según informes recientes, tras un periodo climático adverso que afectó aproximadamente el 60% de la cosecha de café en la región. El brote de la broca y roya, así como la proliferación de la arañita roja, han causado estragos en las plantaciones, dejando a los caficultores en una situación precaria. Además, la falta de apoyo por parte de las autoridades, tanto a nivel local como nacional, ha agravado la situación, dejando a los productores a cargo de controlar estas plagas por sus propios medios.

La voz de alarma ha sido emitida por los líderes cafeteros locales, quienes han señalado la preocupante ausencia de recolectores de café en la región. Esta escasez de mano de obra, combinada con problemas de orden público y amenazas, ha generado un ambiente de incertidumbre entre los caficultores, quienes temen perder los pocos granos de café que han logrado salvar de la crisis actual.

Orlando Beltrán, líder cafetero de la región, expresó su preocupación por la situación, instando a las autoridades a tomar medidas urgentes para abordar esta crisis. «Es una situación que tiene a los cafeteros en alerta. La ausencia de mano de obra, sumado a problemas de orden público, amenazas, está afectando la economía del departamento del Huila«, afirmó Beltrán. Además, hizo un llamado urgente al presidente de la República y a la Ministra de Agricultura para que no abandonen al sector agropecuario y brinden el apoyo necesario a los caficultores de la región.

Los caficultores del norte del Huila se ven afectados por la escasez de mano de obra, lo que dificulta la recolección de los granos de café maduros.
 

Zonas afectadas

La falta de recolectores de café se ha convertido en un problema generalizado en sectores como Vegalarga, Anacleto García, El Cedral, Alto Oriente, San Antonio, Tello, Baraya y Colombia. A pesar de ofrecer salarios competitivos, los caficultores no logran atraer la mano de obra necesaria para llevar a cabo la recolección de los granos, lo que pone en riesgo la subsistencia de muchas familias dedicadas a esta actividad.

La situación se agrava aún más por la percepción de inseguridad en la región, lo que ha llevado a que los recolectores habituales eviten la zona. Los líderes cafeteros han destacado la necesidad de buscar recolectores en otras regiones donde no haya cosecha.

«Un estigma se ha formado debido a los problemas de orden público y delincuencia, lo que ha provocado que los recolectores habituales ya no acudan. Lamentablemente, con la escasez de mano de obra local, la recolección de la cosecha se ve comprometida. Es imperativo buscar recolectores en regiones como el Cauca y Tolima, donde actualmente no hay actividad de cosecha

Según lo expresado por Orlando Beltrán, el cambio climático ha provocado una maduración constante de los granos de café. En este momento, se observa una mayor concentración de café en el norte del Huila, donde las lluvias han acelerado el proceso de maduración. Mientras tanto, en el sur del Huila, la cosecha está próxima a llegar.

Ante la gravedad de la crisis, los líderes cafeteros han propuesto la implementación de estímulos y el refuerzo de la seguridad en la zona rural, así como la necesidad de una mayor presencia del Estado para enfrentar los desafíos que enfrenta el sector. Con los grupos delincuenciales azotando todas las regiones del departamento, la situación se ha vuelto aún más complicada para los caficultores del norte del Huila, quienes esperan que se tomen medidas urgentes para proteger una de las principales industrias de la región.

Hay temor

Óscar Wilmer Baquero, un caficultor de Vegalarga, ubicado en la zona rural de Neiva, describe las difíciles circunstancias que enfrenta: «Hemos atravesado tiempos complicados debido a diversos factores. Nos hemos enfrentado a la presión de los precios, los costos crecientes de los insumos y la lucha constante contra plagas como la broca y la arañita roja. Además, el Fenómeno del Niño ha impactado severamente nuestras cosechas«.

Baquero explica que, a pesar de todos estos desafíos, una nueva preocupación ha surgido: la falta de mano de obra para recolectar los granos de café maduros. «Hemos experimentado situaciones en las que la gente evita venir a la zona debido al miedo por los problemas de orden público», afirma. «Si no logramos recolectar los frutos a tiempo, enfrentaremos una catástrofe, ya que no tendremos los recursos necesarios para mantenernos hasta la próxima cosecha. Sin la recolección adecuada, la zona norte se verá abocada a la ruina«.

Según el testimonio del caficultor, en su vereda solamente, residen alrededor de 160 familias, de las cuales cada pequeño productor necesita al menos 10 recolectores de café para llevar a cabo la cosecha. “Considerando las 66 veredas adicionales en la región, sumadas a las que comprende el municipio de Neiva, que abarca la zona de Vegalarga, estamos hablando de aproximadamente dos mil recolectores en total. La falta de mano de obra plantea una situación crítica, ya que, sin una recolección adecuada, surge la preocupación sobre cómo se podrán cubrir los gastos básicos, tales como el pago a las tiendas y los bancos, así como el reinicio del ciclo de producción en la siguiente temporada”.

En la actualidad, los recolectores de café reciben un salario de 50 mil pesos libres por día, además de ser provistos con alimentación y alojamiento. Según Óscar Baquero, la mayoría de las fincas en la actualidad cuentan con acceso a internet, permitiendo así que los trabajadores mantengan comunicación con sus familias. El pago se realiza mediante contrato o bajo el esquema conocido como «kilo o arroba», con tarifas que oscilan entre los 10 y 12 mil pesos.

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