Si bien la industria panelera se encuentra en un momento “estable”, aún se requieren esfuerzos públicos y privados para que este sector vuelva a sus años dorados
La Panela es un producto considerado como el endulzante natural por excelencia, y aunque su elaboración y consumo se da en varios lugares del mundo, Colombia es el segundo mayor productor mundial, representando el 16% del mercado, después de la India, que tiene el 66%.
No obstante, pese a ser la actividad agrícola más importante a nivel nacional después del café, sigue enfrentando grandes retos como la caída del consumo por parte de los colombianos, el alza en los precios de los costos de producción y la falta de tecnificación.
De acuerdo con Carlos Mayorga, gerente de la Federación Nacional de Productores de Panela (Fedepanela), mientras que en 2002 el consumo per cápita en el país llegaba a los 32 kilos, hoy ronda los 19 kilos de panela al año.
Esto pese a que, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Dane, en octubre la panela fue uno de los alimentos que menos incrementos tuvo en sus precios, con una variación anual del 3,04%.
“La oferta ha incrementado pero la demanda ha caído. Desde hace 17 años el consumo interno de este alimento presenta un descenso, pues desde entonces ha disminuido en un 48%, y en los últimos cinco años la caída ha sido de un 24%. Por esa razón, buscamos que los colombianos incluyan más la panela en su canasta básica familiar”, apuntó Mayorga.
Según el dirigente gremial, el declive que ha tenido la demanda de panela en el país es producto de los cambios en los hábitos de consumo de las nuevas generaciones.
“De esos cambios de hábitos surgió la necesidad de diversificar, de sacar nuevos productos y presentaciones, como panela pulverizada, saborizada, aromáticas, mieles de panela, refrescos, entre otros. Queremos que las personas reconozcan la importancia de este producto y su aporte social, pues son 350.000 familias colombianas las que dependen de esta actividad”, señaló Mayorga.