Las huellas que deja el conflicto armado es uno de los alicientes que permitió la conformación de ASMUER, la asociación que transforma los granos de café en productos de calidad.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Angélica Tatiana Andrade Quimbaya
Con la convicción de fortalecer las familias y contribuir con el desarrollo del municipio, un grupo de 16 mujeres que habitan en la vereda La Reserva, en Pitalito, decidió unirse para conformar el equipo que, desde el 9 de marzo de 2015, se denomina Asociación Mujeres Emprendedoras de La Reserva, ASMUER, caracterizándose por contar con señoras emprendedoras, comprometidas, aguerridas y perseverantes que buscan seguir adelante sin reparar en las dificultades que se presenten.
Entre historias sobre sucesos que han marcado sus vidas, las razones para continuar trabajándole al agro y las proyecciones que se plantean, la representante legal de ASMUER, Blanca Ome Díaz, manifestó que de la asociación solo hacen parte mujeres que buscan continuar adelante, jóvenes o de la tercera edad que anhelan contribuir con el progreso de la región y víctimas del conflicto armado que tanto ha afectado la historia del país.
“Somos 16 mujeres inscritas las que hacemos parte de esta asociación que nació no solo para apoyar con el sustento de nuestros hogares, sino para contribuir con el desarrollo del municipio a través de la generación de oportunidades. Entre las 16 mujeres que hacemos parte, también beneficiamos a otras mujeres, por ejemplo, hay uno al que pertenecen 30 señoras dentro de la región y a esos también los apoyamos”, inició describiendo Blanca Ome Díaz, representante legal de ASMUER.
En cuanto al ser de ASMUER, Blanca Ome precisó que se dedican a la producción, transformación y comercialización de productos derivados del café, toda vez que son mujeres cafeteras con un profundo cariño, arraigo y gusto por el campo: “Todas somos cafeteras, algunas son esposas de cafeteros y trabajamos en el negocio del café y tenemos ocho estanques de piscicultura, además de todo lo que tiene que ver con el campo como pollos y gallinas. Nosotras educamos a nuestros hijos y les inculcamos el amor al agro para que no abandonen el campo como venía sucediendo porque ellos ni miran oportunidades en el campo y se nos están saliendo de las veredas, de igual forma para que no tengan malos caminos, sino que contribuyamos juntos con la conservación y el desarrollo del campo que es tan bonito y rico en recursos”, señaló Ome Díaz.
Derivados
Producir café, iniciando desde el proceso de arado, siembra, cuidado, recolección, secado y tostión se convirtió en una pasión que hace parte fundamental de la vida de las 16 mujeres autodenominadas orgullosamente ´campesinas cafeteras´ quienes, para aportarle valor agregado al reconocido grano, decidieron ir más allá para convertirlos en galletas, vino artesanal, tortas y arequipe, entre otros.
“Nosotras producimos bourbon rosado y le hacemos todo el proceso, actividad en la que nos hemos dado cuenta que se pueden preparar muchos alimentos, también nos hemos capacitado con el programa SER del Servicio Nacional de Aprendizaje donde los profesores nos han enseñado mucho, entre esos aprendizajes conocimos que el café es mágico, podemos estar en la misma vereda y generar diferentes sabores, dependiendo del manejo y las ganas que le coloquemos a este producto para que sea de calidad, sabiéndolo manejar, dándole buen trato desde el inicio de la siembra hasta la transformación, la correcta recolección del gano, la fermentación que debe ser en secaderos al aire libre y la transformación a partir de la tostión y el empaque. Algo importante es que desde la misma cereza del café nosotras transformamos la totalidad del grano para preparar varios productos, como el vino artesanal que es una delicia, hacemos yogurt de café y muchos otros derivados”, indicó Ome Díaz.
Entre los canales de comercialización, Blanca Ome precisó que están avanzando en el proceso apoyándose con espacios como tiendas, ferias nacionales y regionales, entre las que se encuentran la Feria Internacional de Café, Cacao y Agroturismo que en 2023 llega a la tercera versión: “Nosotras como víctimas del conflicto armado estamos recibiendo apoyo a través de un programa que se llama Camino de Paz que funciona desde Bogotá, ellos también nos están ayudando a comercializar y así vamos creciendo, poco a poco”, precisó.
El conflicto armado
Sobre las mujeres afectadas por hechos victimizantes causados por los diferentes tipos de violaciones a los derechos humanos, Blanca Ome precisó que algunas de las integrantes de ASMUER han tenido que lidiar con los rezagos de las acciones bélicas propias de la violencia armada que durante décadas marcan la historia y los intentos de progreso en Colombia.
“Yo me incluyo, soy una de las víctimas de la violencia. Desde que tenía diez años soy víctima, el camino fue duro, fue difícil quedar sola y no poder ver las oportunidades, fue una época de adversidades y poco a poco me fui dando cuenta que se puede salir adelante, de que las ganas que uno le coloque a todo puede ayudar a transformar y es la única forma de construir un futuro para que nuestros hijos y nuestras familias no tengan que vivir lo mismo. La iniciativa de unirnos, capacitarnos y sacar adelante el proyecto ha sido algo muy bonito y gratificante, tenemos la oportunidad de estudiar, aprender, ayudar a otras personas, sacar tiempo para compartir con nuestras familias, liderar nuestra propia empresa y, como mujeres que valemos mucho, darnos cuenta de perdonar el pasado y seguir luchando por un futuro mejor”, reflexionó Ome.
En lo que respecta al caso de Blanca Ome, se conoció que, cuanto tenía tan solo diez años su padre fue asesinado a causa de la guerra en Colombia: “Por culpa de la violencia a mi papá lo mataron, nosotros somos diez hermanos y cada uno cogió caminos diferentes para buscar su propio rumbo porque tuvimos que salir de donde vivíamos, unos salieron hacia Bogotá, otros a Florencia, yo con solo diez años tuve que lucharla, guerrearla, hoy tengo certeza de que sobreviví porque tenemos siempre una nueva oportunidad y eso es lo que les comento a las mujeres y demás personas que también son víctimas, que lo más importante es perdonar y reconocer que la vida continúa”, declaró Blanca.
Sumado a lo anterior, Blanca Ome confirmó que está convencida de que perdonar es la acción correcta y que el Proceso de Paz significa un gran avance que permite zurcir los tejidos sociales afectados por el conflicto y que, gracias a los escenarios de participación propios, de las estrategias en busca de la reconciliación, está dispuesta a perdonar a quienes cegaron la vida de su padre.
“En mi niñez pensaba tantas cosas, pero en este momento sé que si seguimos con vida es por algo. Si seguimos llenos de resentimiento, de odio o en la misma guerra, no vamos a llegar a ninguna parte, perdonar es el camino y yo estoy dispuesta a hacerlo”, confesó Ome.
Un sueño hecho realidad
Finalmente, la representante legal de ASMUER hizo referencia a todo lo que simboliza haber logrado la consolidación de un proyecto que surgió de la necesidad y el sentir de varias mujeres que pretendían apostarle a la generación de ingresos, la independencia económica, al aporte y conservación del campo y a la transformación social.
“Al principio no nos creían, hace ocho años que iniciamos nos cuestionaban e incluso nuestros esposos decían que estábamos locas y ahora tenemos una caseta muy completa que ni la escuela ni la vereda tiene, con mucho esfuerzo y trabajo hemos adquirido sillas, mesas, algunos instrumentos. Todo ha sido a partir de la proyección de nuestros sueños y cuando los sueños se cumplen es lo máximo que nos puede pasar como personas, esto es gratificante al igual que lo es demostrar lo que hemos logrado, estamos alcanzando nuestros objetivos y esperamos seguir conquistando muchos éxitos. En cuanto a nuestros esposos, al principio no querían y tampoco creían, pero nosotras somos un equipo que trabajamos bien y ellos ya se han dado cuenta de eso, además de que podemos ayudar y contribuir con la familia. Para mí, el campo es lo mejor, la ciudad es bonita, pero sin el campo no tendría futuro, el campo es mágico, el café es mágico, el café nos da un sinnúmero de sabores y por eso, estos dos ejes son primordiales”, concluyó Blanca Ome Díaz.
Por otro lado, Edna Sofía Parra, integrante de ASMUER, hizo referencia a que: “El papel de la mujer en la actualidad es muy importante para la sociedad y, en nuestro caso, estamos ayudando a transformar un producto que es fundamental y que ayuda mucho en la economía de este país, ya que es un producto que contribuye bastante a dejar en alto el nombre de Colombia. Ahora nos damos cuenta de que no debemos tener cantidades de grano, sino calidad y esto es algo en lo que estamos trabajando las mujeres porque estamos incentivando a nuestros esposos para que mejoremos las condiciones en las que se están sacando estos productos, las mujeres estamos encargadas de la crianza de nuestros hijos, del hogar y esto hace que nuestro papel sea primordial y una de las principales acciones que le pueden aportar al país y al mundo”.