Septiembre es el mes de concientización acerca del cáncer de tiroides, por eso durante este mes hemos hablado del nódulo tiroideo y esta semana lo haremos del cáncer de tiroides.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Por: Adonis Tupac Ramírez.
El cáncer de tiroides es un tema que a menudo pasa desapercibido en las conversaciones sobre enfermedades oncológicas, pero su impacto en la salud de las personas no debe subestimarse. Su diagnóstico y tratamiento oportuno son cruciales para mejorar las tasas de supervivencia. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el cáncer de tiroides, sus factores de riesgo, síntomas, diagnóstico, tratamientos y consejos para la prevención.
La Glándula Tiroides y su Importancia
Antes de adentrarnos en el cáncer de tiroides, es esencial entender la función de la glándula tiroides en el cuerpo humano. La tiroides es una pequeña glándula ubicada en la parte frontal del cuello, justo debajo de la laringe. Aunque su tamaño es pequeño, desempeña un papel fundamental en la regulación del metabolismo y el equilibrio hormonal en el cuerpo.
La tiroides produce hormonas, especialmente la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4), que influyen en el funcionamiento de órganos importantes como el corazón, el cerebro, los músculos y el hígado. Estas hormonas son esenciales para el crecimiento, la regulación de la temperatura corporal y el mantenimiento de niveles de energía adecuados.
¿Qué es el Cáncer de Tiroides?
El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que se origina en la tiroides. Puede desarrollarse en cualquier parte de esta glándula y generalmente se presenta en forma de nódulos o tumores. Aunque existen varios subtipos de cáncer de tiroides, los cuatro más comunes son el carcinoma papilar, el carcinoma folicular, el carcinoma medular y el carcinoma anaplásico. Cada uno de estos se comporta de manera diferente y tiene distintas tasas de crecimiento y diseminación.
Factores de Riesgo
La causa exacta del cáncer de tiroides aún no se comprende completamente, pero se han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esta enfermedad:
- Género y Edad: Las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides que los hombres. Además, el riesgo aumenta con la edad, siendo más común en personas mayores de 40 años.
- Radiación: La exposición a la radiación en la cabeza y el cuello, ya sea por radioterapia previa o radiación ambiental, aumenta el riesgo de cáncer de tiroides.
- Antecedentes Familiares: Si tienes familiares cercanos con antecedentes de cáncer de tiroides, es posible que tengas un riesgo genético más alto.
- Síndrome de Neoplasia Endocrina Múltiple (MEN): Este trastorno genético raro puede aumentar la probabilidad de cáncer de tiroides, especialmente el carcinoma medular.
Síntomas del Cáncer de Tiroides
El cáncer de tiroides habitualmente no presenta síntomas en sus etapas iniciales. Sin embargo, a medida que el tumor crece, pueden aparecer señales de advertencia, que incluyen:
Nódulos en el Cuello: Un nódulo tiroideo es una protuberancia en el cuello que a menudo es indolora y se puede sentir al tacto.
Cambio en la Voz: Puede notarse ronquera persistente o cambios en la voz debido a la presión del tumor en las cuerdas vocales.
Dificultad para Tragar: Los tumores grandes pueden dificultar la deglución y causar molestias al tragar.
Dolor en el Cuello: A medida que el cáncer crece, puede causar dolor en el cuello o la garganta.
Inflamación de los Ganglios Linfáticos: La enfermedad puede diseminarse a los ganglios linfáticos cercanos, causando inflamación y sensibilidad.
Es importante destacar que estos síntomas pueden ser causados por muchas otras afecciones benignas, por lo que es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico y Tratamiento
El diagnóstico del cáncer de tiroides suele comenzar con una revisión médica y la realización de pruebas como la ecografía tiroidea, la biopsia de nódulo tiroideo y pruebas de sangre para medir los niveles de hormonas tiroideas.
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Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento puede variar según el tipo y la etapa del cáncer, pero generalmente incluye:
Cirugía: La extirpación quirúrgica de la tiroides completa o parte de la tiroides, es el tratamiento principal en la mayoría de los casos, esta cirugía debe ser realizada por un cirujano experto para disminuir las complicaciones.
Terapia de Yodo Radiactivo: Para ciertos tipos de cáncer de tiroides, se administra yodo radiactivo para destruir las células cancerosas remanentes.
Terapia Hormonal: Después de la cirugía, es posible que se requiera terapia hormonal de reemplazo para mantener los niveles de hormonas en equilibrio.
Seguimiento Médico: El seguimiento médico regular es esencial para detectar recurrencias tempranas y evaluar la efectividad del tratamiento.
Prevención
Aunque no se puede prevenir el cáncer en todos los casos, existen medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo, como evitar la exposición innecesaria a la radiación y realizar exámenes regulares de la tiroides si tienes factores de riesgo. Además, es fundamental crear conciencia sobre esta enfermedad para fomentar la detección temprana y el tratamiento efectivo.
El cáncer puede ser un diagnóstico abrumador, pero con un tratamiento adecuado y una atención médica oportuna, las tasas de supervivencia son altas. La clave está en la detección temprana y en comprender los factores de riesgo. La glándula tiroides puede ser pequeña, pero su función es vital para nuestra salud, y protegerla debe ser una prioridad.
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