Falleció el domingo en la capital del país, Sandra Carolina Otálora López, referente del patinaje artístico nacional que luego de haberse retirado de la actividad el año pasado, se dedicaba a la promoción de los nuevos valores de esta modalidad en su rol de entrenadora.
Como múltiple campeona nacional, se convirtió en una de las mejores del país. Gracias a su destreza sobre los patines, también brilló fuera de nuestras fronteras. Llegó a ser cuarta en el planeta, tras su participación en el Mundial de 2012, celebrado en Nueva Zelanda.
Desde muy joven se consagró al patinaje y este le dio mucho. Además de una formación por medio de valores y la satisfacción de alcanzar varios podios en Colombia y el exterior, le entregó lo más importante: su familia.
Con Juan Lemus compartió la pasión por el patinaje artístico y ese sentimiento traspasó las pistas. Fue más que su esposo: cómplice, pareja y complemento perfecto durante más de dos décadas de carrera para alcanzar un reconocimiento que tras el retiro en 2021, le permitió seguir vinculada al deporte como entrenadora.
Y es que su entrega ilimitada por el deporte también lo impulsó a nivel familiar. Fruto del amor en el hogar, nació Juan Sebastián, quien heredó ese don por el patinaje artístico, del cual es hoy uno de los mejores del país, refrendado con títulos a nivel panamericano y que le permite incluso ser parte del programa Atleta Excelencia del Ministerio del Deporte.
