A pesar de que meses atrás, luego de las fiestas de San Pedro y San Juan, se conoció un incremento de asistencia a la Casa de Justicia de Neiva por diversas razones, al parecer, el trabajo ha permitido que las cifras se estabilicen. Sin embargo, se prevé un nuevo aumento debido a la época decembrina. Diario Del Huila, habló con Andrés Felipe Guerrero Chavarro, líder del programa Casa de Justicia de Neiva, para conocer el avance de la situación, los retos alcanzados y las proyecciones para la vigencia 2023, toda vez que, atiende varias comunas vulnerables.
DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Johan Eduardo Rojas López
Fotografías: Felipe Poloche
En aras de conocer la operatividad existente en Casa de Justicia de Neiva, Diario Del Huila, dialogó con el actual líder del programa, Andrés Felipe Guerrero Chavarro, quien se posicionó en el cargo hace menos de seis meses y desde entonces viene trabajando con las poblaciones más vulnerables de la región.
Para esto es fundamental recordar que, en ediciones pasadas, se informó que son varias las situaciones que han generaron el aumento de asistencia de personas a la Casa de Justicia, ubicada en la comuna 8 de la ciudad de Neiva y que presta los servicios para la resolución de conflictos de mecanismos de justicia formal y no formal.
Ese incremento se mantuvo durante varios meses, pero posteriormente logró estabilizarse. No obstante, ahora por la temporada decembrina existe la posibilidad de que nuevamente la cifra tenga un alza.
¿Qué es Casa de Justicia?
Es un programa que está enmarcado en un convenio interadministrativo con el gobierno nacional específicamente con el Ministerio de Justicia, y adoptado por el municipio de Neiva desde hace varios años, con el ánimo de disminuir todo tipo de flagelo social que se presenta en un sector de alta vulnerabilidad de cualquier ciudad. En la capital del departamento huilense queda ubicado en el barrio Los Parques de la comuna 8. Este programa cuenta con un componente jurídico y social que pretende mitigar la violencia en tres puntos álgidos de la ciudad tales como: la comuna 6, 7 y 8.
¿Qué balance se tiene en el momento?
Nosotros veníamos atendiendo diariamente cinco personas, pero durante los meses de julio, agosto, septiembre, octubre e incluso noviembre vienen normalmente para cada dependencia entre doce y trece personas. Entonces eso nos llevó a plantear un plan de acción urgente coordinado con otras instituciones
Pero, exactamente ¿Cuál es la realidad en este momento?
Digamos que hoy la sensación de la gente de las comunas 6, 7 y 8, y actualmente, El Caguán, es positiva. Nosotros hacemos un trabajo de campo más allá de estar verificando que las entidades funcionen y si la gente asiste más es porque hay una confiabilidad en la institucionalidad. Sin embargo, internamente hicimos algunos esfuerzos con lo que tenemos para mejorar la atención y tener unas estrategias claras porque llegan personas con problemas que podrían culminar en la muerte. Estamos tratando de asegurar la vida de los ciudadanos de este sector que es tan vulnerable.
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Entonces, ¿el balance es positivo?
Se tiene un balance positivo desde el momento en el que se han reducido los márgenes de casos de violencia con complejidad, es decir, se hicieron desalojos por parte de los agresores y de algunos predios. Es más, cuando nosotros llegamos aquí, hubo dos casos de feminicidio y de septiembre a la fecha no tenemos ningún caso de este delito en este sector de la ciudad. Eso resulta positivo gracias a la articulación que hacemos con las instituciones que tienen la obligación constitucional, moral y social de ejercer ese tipo de control. Ahorita estamos adelantando procesos administrativos para detectar algunos tipos de inconvenientes.
¿Qué faltó o falta?
Hay que hacer un componente social importante, hay que participar e interactuar con la gente, darle oportunidades junto a los líderes y ediles de la zona. Estamos tratando de hacer campañas de resocialización de actores criminales, pues hoy tenemos algunas personas que se han acercado con algún grado de interés de dejar esas acciones criminales que han venido ejecutando durante muchos años, pero obviamente reclaman oportunidades.
Nos encontramos en ese empalme para el año entrante mirar dentro del mismo plan de desarrollo cómo articular ese tipo de iniciativas. Para los no quiera participar, sin lugar a duda, toca solicitarles a los entes competentes que sean contundentes.
¿El incremento de asistencia se mantuvo durante estos meses o se estabilizó?
Se estabilizó a mediados de octubre. Nosotros tenemos un promedio de atención de aproximadamente 120 personas, de los cuales, se segregan en varias conductas que son sancionables desde el punto de vista del Código Nacional de Policía. Las cifras de meses anteriores han disminuido, sin embargo, estamos pendientes de que aumente por estas fiestas decembrinas que también aumentan el grado de injerencia de bebidas alcohólicas y en algunos casos de sustancia psicoactivas que va a generar un incremento en las tasas de violencia del país seguramente.
El aumento de asistencia, desde luego, genera un incremento en las denuncias formales. Este tema ¿Cómo avanza?
Nosotros hicimos un barrido la semana pasada con la Fiscalía General de la Nación y a manera general han disminuido las denuncias oficiales que se presentan, por eso, instó en que ahí se sacan conclusiones importantes de que se ha hecho un trabajo en pro de lo que nos planeamos. El año entrante la prospectiva que tenemos es salir, dejar la pandemia atrás y hacer un contacto mayor con la ciudadanía.
Si bien el programa tiene un componente jurídico, no todas las personas que visitan el lugar van a interponer una denuncia o querella. Precisamente, por esta institucionalidad es que no todas las personas se acercan a interponer denuncias, sino que muchas veces son citados por alguna de las entidades y, por eso, se registra la afluencia.
Usted ha hablado de recuperar unos convenios con la institucionalidad ¿Eso se logró en esta vigencia?
Nosotros enviamos todas las solicitudes necesarias en cabeza de la coordinación y el suscrito a todas las instituciones para la recuperación de ese convenio. Pero hubo particularmente una respuesta común que es la falta de presupuesto en las intuiciones de índole nacional como la Registraduría, ICBF, Instituto Colombiano de Medicina Legal y la Defensoría del Público, sin embargo, logramos hacer algo que no se había hecho antes y era establecer un conducto constante y oficial de comunicación.
Entonces cuando se presenta un caso en donde necesitamos intervención directa de ellos, muchas veces vienen hacen la respectiva función administrativa y se retiran. Antes no teníamos una comunicación fluida y se nos atrasaba el proceso. Ahora atendemos procesos que salen mucho más rápido.
Exactamente ¿Qué instituciones hacen parte de la Casa de Justicia?
Nosotros tenemos una Inspección de Policía, Comisaria de Familia, Fiscalía General de la Nación y el convenio de acceso directo a la información con el Bienestar Familiar, la Defensoría del Pueblo, Instituto Colombiano de Medicina Legal y la Registraduría. Además, nos articulamos con las diversas dependencias.
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Uno de sus planes iniciales era institucionalizar la Casa de Justicia para que se pudiera tener en otros sectores de la ciudad ¿esto se realizó?
Inicialmente se hicieron las averiguaciones para proceder y tratar de tener una segunda Casa de Justicia en Neiva que tuviera injerencia en la comuna 10 o 9, sin embargo, el Gobierno Nacional de Iván Duque no tuvo interés en esa solicitud y estamos esperando una venida del ministro de Justicia que está pendiente para realizar la solicitud nuevamente y ver si nos permite generar algún tipo de convenio para mejorar no solamente estas instalaciones sino los servicios que se prestan.
Ya que toca el tema ¿Cómo ha visto la gestión del Gobierno Nacional?
Nosotros tuvimos este año una particularidad. El ministerio de Justicia nos permitió hacer un diplomado en Conciliación Extrajudicial y eso nos permite ahora ser conciliadores. Dentro del plan de acción que vamos a presentar a la Administración Municipal nosotros tenemos contemplado hacer la solicitud formal al ministerio para que Casa de Justicia además de todo lo que brinda, sea un centro de conciliación oficial porque es importantísimo dentro de estos contextos.
¿Cuáles son las poblaciones que más asisten a este lugar? y ¿Qué tipos de violencia son las más frecuentes?
Las riñas entre vecinos por diversas razones, violencia de género y violencia intrafamiliar. Aquí llegan mujer, hombre y personas LGTBIQ+. Antes las personas que más se acercaban eran mujeres entre los 19 a 30 años más o menos, pero últimamente, hemos venido reportando el crecimiento de la asistencia de adultos mayores que también tiene unos derechos.
¿Se mejoraron las medidas internas e infraestructura este año?
Nosotros dejamos presentado el proyecto de inversión para ejecución del año entrante y esperamos que las obras arranquen entre el 15 y 20 de enero para mejorar las instalaciones. Hay que decir que ninguna administración le había metido plata a Casa de Justicia, por eso, está tal cual desde que se inauguró en el 2000. Lo único que han hecho es pintar y esta administración le realizó la reposición total de la cubierta, cambió el tema de la tubería, alcantarillado y batería sanitaria, pero se van a hacer reposición de algunas cosas importantes para mejorar el aspecto de la planta física.
Para finalizar, ¿Qué proyecciones se tiene para el otro año?
Está la metalización de la inversión en el tema de infraestructura. Tenemos pensado interactuar directamente con las intuiciones educativas, por lo que vamos a presentar un proyecto a la secretaría de Educación y Personería de ‘conciliadores y mediadores estudiantiles’ para que desde allí se disminuyan ciertos problemas. Y, además, tenemos contempladas algunas actividades de índole social para cambiarle la cara a la Casa de Justicia.
