Dos patrulleros de la Policía del municipio de Puerto Tejada, en el departamento del Cauca, fueron judicializados por la muerte de Anderson Andrés Arboleda Montaño, quien fue presuntamente golpeado por los uniformados en un procedimiento para el cumplimiento de las medidas de aislamiento en medio de la pandemia de Covid-19.
“Los elementos de prueba dan cuenta de que los uniformados, adscritos al cuadrante 6 del citado municipio, llegaron al barrio Santa Elena e increparon al joven porque, al parecer, incumplía el aislamiento preventivo obligatorio decretado por el Covid-19. Uno de los funcionarios lo habría golpeado con el bastón o tonfa en la cabeza y el brazo izquierdo; mientras que el otro, supuestamente, le lanzó una sustancia que sería gas pimienta”, señaló la Fiscalía General de la Nación en la audiencia de imputación de cargos.
Tras ese procedimiento, del que la familia del joven denunció como abuso de autoridad y exceso de fuerza, Anderson Arboleda fue trasladado a una clínica de la ciudad de Cali, en el Valle del Cauca, donde murió dos días después a causa de un trauma craneoencefálico severo, de acuerdo al examen médico.
Leonardo Ardila Hernández y Rafael Francisco Polanco Arrieta fueron los patrulleros judicializados por la presunta responsabilidad en la agresión y muerte de Arboleda. Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos imputó a los dos uniformados los delitos de abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto, en concurso heterogéneo con homicidio agravado.
“Los procesados no aceptaron los cargos y, por disposición de una juez de control de garantías de Puerto Tejada (Cauca), recibieron medida de aseguramiento privativa de la libertad en el lugar de residencia”, afirmó la Fiscalía.
Anderson Arboleda llegó en la tarde del 19 de mayo de 2020 a su casa en el barrio Santa Elena de Puerto Tejada, Cauca, en compañía de su novia. Según narró la tía del joven a Noticias Caracol en su momento, allí lo abordaron unos policías por el presunto incumplimiento del aislamiento nacional obligatorio y la cuarentena decretada en el municipio.
Magali Arboleda, tía del joven, aseguró que ella escuchó un grito de “no le peguen más” y cuando se asomó vio que un policía le pegó un ‘bolillazo’ en la cabeza a su sobrino. Ella salió para tratar de protegerlo, pero incluso con ella en medio volvieron a golpearlo.
La mujer también contó que tras la agresión, uno de los uniformados lanzó un gas pimienta hacia el interior de la vivienda, lo que le causó preocupación debido a la salud de su padrastro y la de su hija, quien sufre de asma.