Las autoridades capturaron a Heiner Andrey Sánchez Ramos, alias ‘Brayan’, y dos de sus hombres. Alias Brayan sería el segundo cabecilla de la comisión de finanzas de la Columna Móvil Dagoberto Ramos, quien estaba incluido en el cartel de los más buscados por extorsión en el Huila.
Es así, que la sinergia operacional entre el Comando del Departamento de Policía Huila y tropas del Batallón Tenerife, de la Novena Brigada, permitieron la captura de estos sujetos señalados de ser integrantes de las RAEP (Redes de Apoyo Estructuras Terroristas).
Alias Brayan fue capturado en el centro poblado Pacarní, del municipio de Tesalia, luego de labores de investigación, seguimiento e inteligencia que realizaran las unidades de la Seccional de Investigación Criminal en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, por su presunta responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, fabricación o porte de armas de fuego, terrorismo, extorsión y hurto calificado y agravado
Igualmente, este sujeto quien se encontraba en el cartel de los más buscados por extorsión en el departamento del Huila, habría sido reclutado por la organización ilegal cuando tenía 17 años de edad, cumpliendo tareas como guerrillero raso en el sector de Páez, Cauca. En el 2020 le habrían delegado misiones de sicariato en el área límite entre Huila y el departamento caucano, y por su habilidad para el cumplimiento de acciones ilícitas e intimidatorias, habría sido designado como cabecilla de la quinta comisión de finanzas.
Su prontuario delictivo estaría relacionado con el hostigamiento a la estación de Policía del municipio de Páez, Cauca, que dejó como resultado la muerte de un menor de once años de edad, integrante del resguardo indígena Chinas.
El 7 de diciembre del 2020, habría perpetrado el homicidio de Juan Carlos Petins, y el 14 del mismo año, el asesinato de Freiner Lemus, ambos en zona rural de Páez, Cauca.
En el año 2021 al parecer inició sus acciones criminales con el secuestro de dos ciudadanos, uno colomboitaliano y el otro colombocanadiense, hechos que habría perpetrado junto a alias Tuerto y alias Negro; a los cuatro días de este hecho, habría asesinado a Octavio Muñoz Salazar y a sus dos hijos menores de edad, en el sector de San Rafael, en Inzá, Cauca.
Sus actos criminales habrían continuado con el secuestro, el 10 de marzo, de dos contratistas de la empresa Electrohuila en el caserío Río Negro, municipio de Íquira; 12 días después, el 22 de marzo, habría ejecutado el homicidio de Diego Triana, y el 3 de abril, en la vereda La Esmeralda, en La Plata, Huila, el de Luis Eliber Quintero Quintero, Heliber Quintero Quintero y Ricardo Quintero Trujillo.
Todas las acciones que habrían sido perpetradas por alias ‘Brayan’, obedecen al direccionamiento de alias Gentil Duarte. Tendrían como objetivo el fortalecimiento de las finanzas ilícitas, la reorganización territorial de la estructura que infructuosamente ha intentado ingresar y posicionarse en el Huila, el reclutamiento de menores para incrementar la parte armada, así como la consecución de material de guerra e intendencia, de ahí la importancia de su captura para la neutralización de acciones delictivas contra la Fuerza Pública y la población civil.
Integrantes de la RAEP
Durante la operación que permitió la captura de alias ‘Brayan’, se logró además la captura de Jaime Giraldo Sánchez Mesa, alias ‘Jaime’ de 28 años de edad, y de Rodrigo Postcué Ramos, alias Niño, de 22 años de edad. Estos dos hombres, presuntamente integraban las Redes de Apoyo Estructuras Terroristas de la Columna Móvil Dagoberto Ramos.
Según las labores investigativas, Jaime Giraldo sería el responsable de abastecer de material logístico a la estructura, y de realizar inteligencia delictiva a la Fuerza Pública, para alertar a los cabecillas de los movimientos del Ejército y colaborar con su huida.
Por su parte, alias Niño habría participado en el 2019 en la instalación de explosivos a torres de energía eléctrica en el municipio de Íquira, así como en el hurto de una camioneta, el cobro de extorsiones y el traslado de material de guerra.
Este golpe demuestra que en el Huila el Plan Ípsilon ha resultado contundente para contrarrestar acciones delictivas con las que se pretende desestabilizar el orden público y afectar el progreso de los habitantes en el territorio huilense.