Según el último informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se registra un alarmante aumento en los ataques a misiones médicas en Colombia. El departamento del Huila, con 32 actos de violencia contra la asistencia en salud, figura como una de las regiones más afectadas por esta preocupante tendencia.
Diario del Huila, Panorama
En un preocupante informe presentado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se revela un alarmante aumento en los ataques a misiones médicas en Colombia.
Según los datos recopilados por la Mesa Nacional de Misión Médica, se registraron un total de 511 eventos en todo el país, con el Huila siendo una de las regiones más afectadas, con 32 actos de violencia contra la asistencia en salud.
Fausto Montaña, jefe de subdelegación del CICR en Florencia, Caquetá, enfatizó la gravedad de estos ataques, señalando que afectan directamente a aquellos que brindan atención y alivio en las zonas más afectadas por el conflicto y la violencia.
Montaña destacó que, lamentablemente, el 27% de estos eventos estuvieron directamente relacionados con conflictos armados, lo que resultó en situaciones particularmente graves que impactaron a diversas comunidades, impidiendo su acceso a los servicios de salud.
El jefe de subdelegación del CICR en Florencia enfatizó que cuando hay actos contra el personal de salud, estos son actos contra el personal que brinda asistencia a las comunidades en las zonas más afectadas por los conflictos armados. Su trabajo es el lazo que sostiene la esperanza de aquellos que dependen de sus cuidados. Por eso, se instó a las partes de los conflictos armados a respetar y proteger en todo momento a quienes brindan asistencia de salud, ya que su labor es aliviar el sufrimiento causado por los conflictos y la violencia.
Entre los incidentes más preocupantes se encuentra el homicidio de nueve personas, marcando la cifra más alta de los últimos cinco años. De estas víctimas, cinco eran sanadores tradicionales, lo que evidencia la diversidad de profesionales de la salud que se ven afectados por esta ola de violencia.
«En relación a las mesas de negociación en curso, valoramos positivamente todos los esfuerzos dirigidos hacia la búsqueda de soluciones negociadas a los conflictos armados, ya que representan una oportunidad para mitigar el sufrimiento de miles de personas», explicó Fausto Montaña. «Sin embargo, es importante recordar que, independientemente de la existencia de un cese al fuego o procesos de diálogo de paz, todas las partes involucradas están obligadas a respetar el Derecho Internacional Humanitario (DIH)«.
«Aunque el objetivo principal del DIH no sea la terminación del conflicto, sí proporciona directrices que pueden ser fundamentales en el marco de las negociaciones para proteger a la población civil«, continuó Montaña.
«Este conjunto de normas ofrece herramientas que pueden ser incorporadas en las negociaciones, permitiendo establecer acuerdos especiales en diversas áreas temáticas. Estos acuerdos pueden abordar asuntos como la desaparición y búsqueda de personas, el reclutamiento de menores de edad, la prohibición de artefactos explosivos, la protección de personas privadas de libertad, el acceso humanitario, el respeto a los servicios de salud, y otras temáticas que contribuyen significativamente a aumentar la protección de la población civil«.
Departamentos afectados
El informe también destaca que la mayoría de los ataques se dirigieron contra el personal sanitario, incluyendo auxiliares, enfermeros, psicólogos, odontólogos, médicos, conductores de ambulancias y equipos de salud pública. Estos actos han dejado un saldo trágico de nueve personas asesinadas, un número alarmante que refleja la gravedad de la situación.
En cuanto a la distribución geográfica de los ataques, Antioquia lidera la lista con 78 incidentes, seguido de cerca por Cundinamarca con 54, Tolima con 53 y el Huila con 32.
Este preocupante panorama ha llevado al CICR a hacer un llamado urgente a todas las partes involucradas en los conflictos armados para que respeten y protejan en todo momento a quienes brindan asistencia de salud.
Lorenzo Caraffi, quien concluyó hace poco su periodo en Colombia tras varios años de servicio en el Comité, subrayó la importancia de las iniciativas por la paz en el país. Destacó que los acuerdos de paz han abierto oportunidades para un diálogo constructivo, pero enfatizó que aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad y protección del personal médico en las zonas afectadas por el conflicto.
En medio de estos desafíos, la comunidad internacional y las autoridades colombianas se enfrentan a la urgente tarea de garantizar la protección del personal médico y el acceso a la atención de salud en todo el país. La violencia contra las misiones médicas no solo amenaza la vida y la integridad de los profesionales de la salud, sino que también socava los esfuerzos por construir una paz duradera y una sociedad más justa en Colombia.
Los casos
A pesar de la trascendental labor desempeñada por la Misión Médica en el departamento del Huila durante el año 2023, según los registros recopilados hasta agosto de ese año, se reportaron un total de 37 incidentes, con un 8.1% correspondiente a infracciones y un 91.8% a incidentes relacionados con la Misión Médica.
Las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) del departamento comunicaron adecuadamente estos casos y los notificaron al Ministerio de Salud y Protección Social, al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a la Unidad Nacional de Protección (UNP), cumpliendo así con el marco normativo establecido.
Las infracciones reportadas por los municipios de Neiva, Tello y La Plata surgieron como consecuencia del conflicto armado que afecta al departamento. Estas situaciones están vinculadas con problemas de orden público y amenazas, las cuales han incidido de manera negativa e irrespetuosa en uno o varios deberes y derechos, impactando así los componentes y actividades de la Misión Médica, así como a sus beneficiarios directos.
En cuanto a los incidentes, que representan la mayor proporción (91.8%), estos han consistido en insultos, agresiones verbales y físicas, intimidaciones, daños a la infraestructura médica, entre otros. Algunos de estos incidentes han sido atribuidos al consumo de alcohol. En menor medida, se han registrado incidentes derivados de la insatisfacción, el inconformismo y la falta de tolerancia por parte de pacientes o acompañantes, lo que ha generado situaciones de enojo, falta de empatía, deficiencias en la comunicación y deshumanización en el trato al paciente.
La Mesa Departamental ha impartido directrices a la red hospitalaria y a las Direcciones Locales de Salud para llevar a cabo procesos de inducción y reinducción en Misión Médica. Esto incluye acciones de identificación, capacitación tanto para el personal como para la comunidad, especialmente con líderes comunitarios, y la realización de alianzas estratégicas con las Juntas de Acción Comunal.
Es imperativo que, mediante la colaboración de todos los actores involucrados, se asegure la prevención, el respeto, la legitimidad y la protección de la Misión Médica en el departamento. Estas medidas son fundamentales para prevenir la repetición de este tipo de situaciones, las cuales contravienen el Derecho Internacional Humanitario y afectan los derechos fundamentales a la salud, la vida y la integridad del personal sanitario.
