Una de las grandes señales que dan los perros de que están felices es cuando entrecierran sus ojos una vez su amo lo acaricia.
DIARIO DEL HUILA, ANIMALES
El estado de salud de los perros también es un indicativo de su bienestar, al igual que los humanos, si no se siente bien no estará contento y alegre. Al sentirse mal, tendrá síntomas y señales demostrando que algo malo ocurre. Se notará al verlo cansado, tranquilo o durmiendo más horas.
Lo más fácil sería que ellos pudieran comunicarse y decir qué sienten y cómo se sienten, pero como esto es imposible por medio de la comunicación oral, como la de los humanos, se tiene que aprender a entender las señales que ellos dan cuando quieren mostrar a sus amos que algo no está bien o por el contrario, que momentos o con qué acciones se sienten más agradados.
El apetito, así como el sueño, es un factor muy importante para saber cómo se sienten las mascotas. Si rechaza su plato de comida o incluso no ha tenido apetito en absoluto, puede ser una señal de que está triste, no se siente bien o tiene algún otro problema físico.
Ahora, si algo cambia en la rutina de sueño, también sería un indicador de que algo no anda bien. Los perros necesitan dormir máximo 16 h, dependiendo mucho de la raza. Si se trata de un cachorro, dormirá un poco más, unas 20 h al día. Las horas de sueño se reparten durante el día, 10 horas durante la noche y algunas siestas en el día.
Estar en constante movimiento y tenerlos con actividades, ayudará a las mascotas tenga energía y estén activos para no sufrir ningún tipo de enfermedades como lo es la depresión y ansiedad. Ayuda mucho si se juega con él y sobre todo si se saca a pasear.
El amor y cariño siempre serán las mejores maneras para que tu perro esté feliz. Demostrarle todo el cariño que se le tienes ayuda a que los perros se encuentren sanos y con energía. Ofrecerle la mejor calidad de vida ayuda a su salud y a su bienestar. Recuerda que todas acciones positivas impactan mejor en él y en sus dueños.
Otras claves de un perro con óptimo bienestar son que tienen un comportamiento activo, alegre, reactivo y dinámico. Cuando no ladra ni de forma compulsiva, ni de forma agresiva o permanece en alerta permanente. No se muestra constantemente demandante, ansioso, inquieto o nunca destruye cosas por el simple hecho de hacerlo, su mirada es relajada, con un parpadeo suave, permanece con su hocico levemente abierto, casi como si estuviera atento a nosotros.
También cuando se pone panza arriba mostrando su panza y demandando afecto, mueve su cola acompasadamente sintiéndose seguro y estable. Un perro con la cola entre las patas tiene miedo y, si la coloca bien hacia abajo, es porque está alerta por algún motivo. Ambas situaciones no son compatibles con el estado de felicidad.