Colombia cayó cuatro puestos en el CCPI. Luego de estar en el puesto 27 en 2023, cayó en 2024 al puesto 31. El CCPI evalúa el desempeño de los países en la lucha contra el cambio climático. Por su parte, el Huila se encuentra en el puesto 22 a nivel nacional en emisiones de gases de efecto invernadero.
DIARIO DEL HUILA, PANORAMA
Por: Gustavo Patiño
Colombia cayó cuatro puestos en el CCPI. En el más reciente informe del Índice de Desempeño en Materia de Cambio Climático – CCPI, por sus siglas en inglés – para 2024, Colombia ha sufrido un descenso notable en su clasificación, pasando del puesto 27 en 2023 al puesto 31 en 2024. Este retroceso pone de manifiesto los retos que enfrenta el país para fortalecer sus políticas climáticas, a pesar de ciertos avances en áreas clave. La caída de cuatro posiciones plantea interrogantes urgentes sobre el compromiso de Colombia con sus objetivos climáticos, especialmente en el contexto de la transición energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero – GEI.
Evaluación contra el cambio climático
El CCPI es un sistema de evaluación anual que desde 2005 monitorea y compara el desempeño de los países en la lucha contra el cambio climático. Desarrollado por Germanwatch, el NewClimate Institute y la Red de Acción Climática – CAN, este ranking evalúa a 63 países y la Unión Europea, que en conjunto representan más del 90% de las emisiones globales de GEI. El índice clasifica el desempeño de los países en cuatro categorías principales: emisiones de GEI, energías renovables, uso de energía y política climática. Cada una de estas categorías ofrece una visión integral de cómo los países abordan los desafíos del cambio climático. Aunque algunos países líderes, como Dinamarca y Estonia, se destacan en su transición hacia energías limpias, el informe subraya que ningún país ha logrado un desempeño ‘muy alto’ en todas las áreas, dejando vacantes los primeros tres puestos en el ranking general.
Colombia bajó
Colombia ha visto su clasificación descender, siendo evaluada con un desempeño medio en general. Este descenso se debe a varios factores que impactan la capacidad del país para cumplir con los compromisos climáticos establecidos bajo el Acuerdo de París. En la categoría de emisiones de GEI, que tiene una ponderación del 40% en el índice, Colombia ha recibido una calificación baja, ocupando el puesto 39. A pesar de algunos esfuerzos por reducir las emisiones, las acciones no han sido suficientes para abordar los niveles actuales de GEI, en gran parte debido a la deforestación en la región amazónica y a la dependencia del sector energético en combustibles fósiles.
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El Acuerdo de París establece que los países deben trabajar para limitar el calentamiento global a 1.5°C, pero los informes de los expertos del CCPI subrayan que Colombia aún está lejos de alcanzar las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con ese objetivo. Las políticas actuales no son lo suficientemente ambiciosas, lo que se refleja en el bajo puntaje en esta categoría. En cuanto a la implementación de energías renovables, Colombia ocupa el puesto 41, con una calificación baja y una ponderación del 20% en el índice.
Incluir a las comunidades
Aunque el país ha comenzado a diversificar su matriz energética con proyectos de energías limpias, los avances han sido lentos. El potencial para aumentar el uso de energías renovables, especialmente en áreas rurales, es alto, pero persisten barreras significativas. Uno de los principales problemas señalados por los expertos es la falta de inclusión de las comunidades locales en los grandes proyectos de transición energética. Muchas comunidades en las regiones más afectadas por la implementación de energías limpias no han sido consultadas adecuadamente, lo que genera resistencias sociales y políticas que ralentizan el avance de estos proyectos.
En contraste, Colombia tiene un desempeño destacado en el uso de energía, ocupando el puesto 5 y obteniendo una calificación alta en esta categoría. Este indicador refleja el nivel de eficiencia energética del país y su capacidad para gestionar el consumo de energía de manera sostenible. El reconocimiento en esta categoría es un punto positivo para Colombia, que ha mejorado en la gestión de sus recursos energéticos, aunque aún queda mucho por hacer en términos de expansión de tecnologías de energía limpia.
Política climática
En el ámbito de la política climática, Colombia ocupa el puesto 23 con una calificación media. Si bien el país ha avanzado en la formulación de políticas ambientales, incluyendo su Contribución Determinada a Nivel Nacional – NDC y su objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2050, los expertos critican la falta de mecanismos de seguimiento y la implementación efectiva de estas ambiciones. Colombia ha sido aplaudida por sus esfuerzos internacionales, como la protección de la selva amazónica y la promoción de una transición energética justa, pero los avances en la política interna aún son limitados. El nuevo gobierno ha iniciado debates sobre la reducción de los combustibles fósiles, pero no se han implementado regulaciones concretas para eliminar proyectos de fracturación hidráulica o la expansión de la infraestructura de petróleo y gas, lo que ha generado inquietud entre los defensores del medio ambiente.
Uno de los aspectos clave en el análisis del CCPI es el desafío que enfrenta Colombia en su transición hacia energías limpias. Aunque el país ha mostrado avances en la promoción de fuentes renovables, como la energía solar y eólica, existen barreras importantes para la implementación de estos proyectos. Las comunidades locales deben ser incluidas de manera más activa en la planificación y desarrollo de estos proyectos, para garantizar su éxito y evitar conflictos sociales. Además, la falta de financiación suficiente para proyectos de energías renovables sigue siendo un obstáculo. Los expertos del CCPI han instado al gobierno a aumentar los fondos destinados a estas iniciativas y a detener nuevos proyectos relacionados con combustibles fósiles, que socavan los esfuerzos de Colombia para cumplir con sus metas climáticas.
Internacionalmente
En el ámbito internacional, Colombia ha sido elogiada por su compromiso con la protección de la selva amazónica, crucial para mitigar el cambio climático a nivel global. La preservación de los bosques tropicales no solo ayuda a reducir las emisiones de carbono, sino que también protege la biodiversidad y las comunidades indígenas que dependen de estos ecosistemas. Sin embargo, los expertos del CCPI advierten que la protección de la Amazonía debe ir acompañada de un mayor esfuerzo en la promoción de una transición energética justa, que incluya tanto la protección ambiental como el bienestar social. La lucha contra el cambio climático no solo debe centrarse en la reducción de emisiones, sino también en asegurar que las comunidades locales tengan acceso a los beneficios de la transición hacia una economía más verde.
El Huila en emisiones de GEI
En cuanto a la situación específica del departamento del Huila. Este es un área que también refleja los retos y oportunidades que enfrenta Colombia en el contexto del cambio climático. El Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero – INGEI. Elaborado por el IDEAM, proporciona una evaluación de las emisiones de GEI en diferentes departamentos. Y en el caso del Huila, las principales fuentes de emisiones son la agricultura, la ganadería. Y el uso de la tierra, incluyendo emisiones de metano y óxido nitroso provenientes de estas actividades. Aunque el Huila tiene un nivel significativo de emisiones, generalmente no está entre los departamentos que más contribuyen a las emisiones nacionales. Que suelen ser Antioquia, Valle del Cauca o Cundinamarca, debido a su mayor industrialización y urbanización.
Las tendencias en el Huila pueden mostrar un aumento en las emisiones asociadas a la expansión agrícola y cambios en el uso del suelo. Aunque se están implementando políticas de sostenibilidad y manejo ambiental para mitigar estos impactos. Las actividades generadoras de emisiones más relevantes en el Huila son la resiembra de cultivos, principalmente de café y cacao. El consumo de leña en zonas rurales, el uso de combustible en el transporte terrestre y la fermentación entérica de bovinos. Además, el Huila presenta una alta absorción de gases de efecto invernadero gracias a su gran superficie sembrada en café.
El tercero con menos emisiones
A nivel nacional, el Huila se sitúa en el puesto número 22 en materia de emisiones y absorciones totales por departamento, con un 5,64%. En cuanto a las absorciones totales, se encuentra penúltimo, justo por encima de Antioquia, con un -6,31%. En términos de emisiones netas, el Huila es el tercer departamento con menos emisiones, con un -0,67%. Sin embargo, el agropecuario es el sector que más contribuye a las emisiones en el departamento. Seguido por el forestal, el transporte y el de minas y energía.
La situación del Huila es un microcosmos de los desafíos que enfrenta Colombia en su conjunto. La inclusión de comunidades locales en la planificación de proyectos, la inversión en energías renovables. Y la protección de los ecosistemas son esenciales para avanzar hacia un futuro más sostenible y equitativo. La reciente caída en el CCPI es un llamado claro a reforzar la acción climática, tanto a nivel nacional como regional. Y a garantizar que todos los sectores de la sociedad se comprometan a trabajar hacia un futuro resiliente al cambio climático.