José Eliseo Baicué Peña
La historia nos ha contado a todos que Colombia es un país muy rico en aguas, en ríos, en biodiversidad, en bosques, en fauna y en diversidad de climas. Claro, además, de que está regado por dos océanos. Todo eso, le proporciona una belleza sin igual. Y, por supuesto, una riqueza casi única.
Resulta sorprendente saber que en medio de grandes ríos Colombia no aproveche y explote la navegabilidad de estos afluentes para impulsar un medio de transporte que representa significativas ventajas en el envío de mercancías, sobre todo, en aquellas zonas que cuentan con condiciones apropiadas para la navegación.
Las ventajas del transporte fluvial son evidentes: gran capacidad de carga a bajo costo, recorrido de grandes distancias, bajo consumo de energía y disminución de contaminación ambiental, y menor gasto en mantenimiento de infraestructuras, entre otras.
Y, aunque hay desventajas, como la velocidad de desplazamiento, limitación de condiciones de navegabilidad, poca atención de los gobiernos y la conformación de puertos, sí debería considerarse la inversión en volver a desarrollar e impulsar la navegabilidad fluvial como alternativa urgente de transporte de mercancías en nuestro país.
Y digo, volver, porque en un tiempo Colombia desarrolló este medio de transporte en las cuencas de los ríos Magdalena, Amazonas, Atrato y Orinoco. Por ejemplo, se podría aprovechar la navegabilidad del río Atrato en el noroeste del país, con el río Magdalena que en la zona central, con el río Orinoco y el río Meta, que surcan el sector oriental; y en el sur del país con los ríos Amazonas, Caquetá y Putumayo que conectan con Brasil.
La economía del país movida por el sector transporte no puede seguir dependiendo exclusivamente de ese medio. Los transportadores paralizan al país. Lo acabamos de vivir nuevamente.
Y, no estoy diciendo que sus reclamos y manifestaciones sean injustas. No. Tienen todo su derecho. Pero, el resto de colombianos también tenemos los nuestros.
No podemos seguir perdiendo vidas, víveres, alimentos, oportunidades, desplazamiento libre y viviendo en caos por los bloqueos de los transportadores. De eso deben ocuparse los gobiernos de turno, el Estado y hasta de ser posible, los empresarios. No tenemos que padecerlo los demás ciudadanos.
Colombia cuenta con cuatro cuencas ya mencionadas, y varios puertos como Tumaco y Buenaventura, Puerto Salga, Puerto Berrío, Barrancabermeja, Gamarra, El Banco, Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Toda una infraestructura operando.
Ojalá, se priorice invertir e impulsar el transporte fluvial en el país. Se mejorarían muchas economías y se promovería, de paso, el turismo y reconocimiento del hermoso paisaje colombiano.
Enhorabuena una gran alternativa para el progreso de todos.