Si el gobierno nacional no adopta políticas públicas severas para contrarrestar el avance de los cultivos de sustancias psicoactivas, en los próximos años, el mayor renglón económico que se exportará será la cocaína. Si se sigue esta tendencia de aumentar el número de hectáreas de esta droga maldita, la cocaína superaría al petróleo como el principal producto de exportación del país. Durante la vigencia de 2013, ascendió a la suma de 2.200 millones de dólares; en 2021, representó un monto de 12.400 millones de dólares y el año anterior, se incrementó a 18.200 millones de dólares. El año anterior, las exportaciones de petróleo fueron de 19.100 mil millones de dólares. Así lo expresó el economista Felipe Hernández de Bloomberg Economics. Este fenómeno se está presentando, porque el gobierno del presidente Gustavo Petro, está adoptando una política más indulgente con respecto a la producción de drogas en el país. Esto coloca a Colombia en una Nación que puede ser susceptible a vetos y sanciones comerciales con las potencias económicas a nivel mundial.
Inclusive las exportaciones de petróleo registraron una caída en el primer semestre y la tendencia del comercio de cocaína ha aumentado de manera sostenida, a pesar de que el ejecutivo está destruyendo laboratorios de cocaína, pero lo anterior no ha impedido que la producción crezca. Es risible que la producción de este alcaloide aumentó en el 2022 a un récord de 1.738 toneladas, mientras que el área plantada con coca es considerada la principal materia prima para fabricar este narcótico. Hay que ser claro, este proceso de comercialización se hace de manera ilegal, que en solo un año ha crecido de manera desmesurada, teniendo un impacto de corto plazo en esta actividad.
Lo anterior, no se ve reflejado en el comportamiento de la balanza de pagos del país, y no presenta una correlación con el precio del dólar, como ocurría en la década de los años 80 del siglo pasado. La mayoría de esta producción ocurre en los departamentos de Putumayo, Caquetá, Cauca, Nariño, Norte de Santander y en menor producción otras regiones productoras de coca en el país. Inclusive en las goteras del sur del Valle, ya se están presentando siembras de este alcaloide, en las fincas que han sido invadidas por algunos resguardos indigenistas, con la anuencia del gobierno nacional, porque no adopta políticas severas para controlar estos exabruptos.
Es absurdo el accionar gubernamental para controlar este flagelo económico para el país. Desde que Petro se posesionó, cambió el enfoque del país respecto al narcotráfico, porque se focalizó en la captura de los capos de la droga que se benefician más de la venta de estupefacientes en el extranjero, en lugar de perseguir a los productores de la hoja de coca. Con ello abolió de tajo la fumigación aérea.