Con la llegada de diciembre, el brillo de las luces navideñas y las celebraciones también traen consigo un fenómeno recurrente en Colombia: los incidentes relacionados con el uso de pólvora.
Sin embargo, este año comienza con un panorama mixto. Según el boletín número 1 del Instituto Nacional de Salud (INS), aunque los casos de personas afectadas han disminuido significativamente en comparación con el año anterior, aún persisten los riesgos.
Durante los primeros días de diciembre de la temporada 2024-2025, se han reportado 13 personas quemadas con pólvora en el país, lo que representa una reducción del 56,7 % frente a los 30 casos registrados en el mismo periodo de 2023.
A pesar de esta mejoría, Antioquia lidera las estadísticas con ocho casos, seguido por Caldas, Cali, Cauca, Córdoba y Norte de Santander, con un incidente cada uno.
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Un dato preocupante es que tres menores de edad quemados estaban bajo el cuidado de adultos en estado de embriaguez, y otros tres adultos afectados también habían consumido alcohol. Este patrón evidencia la necesidad de reforzar las medidas preventivas y educativas sobre el uso responsable de la pólvora durante las festividades.
Entre los artefactos pirotécnicos que más daño han causado este año se destacan los voladores, seguidos por los totes y cohetes, que han dejado a las víctimas con quemaduras de primer y segundo grado. Según el informe del INS, el 53 % de los lesionados eran simples observadores, mientras que el 46 % manipulaban estos elementos en el momento del incidente.
Para afrontar este desafío, el Ministerio de Salud y Protección Social, en coordinación con el INS, ha emitido una circular con directrices claras para la vigilancia, prevención y atención de lesiones ocasionadas por pólvora pirotécnica y intoxicaciones por fósforo blanco. Esta estrategia busca reforzar el control en todo el país durante las festividades navideñas y de fin de año.
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