Así lo dejó ver un concepto del Ministerio de Salud.
El Ministro de Salud, Fernando Ruiz, emitió un concepto en el que reveló que el objetivo de cantidad poblacional vacunada para alcanzar la inmunidad de rebaño cambió.
De acuerdo al alto funcionario, «la estrategia no es un % sino la reducción de mortalidad y severidad de la enfermedad en grupos de riesgo».
Fernando Ruiz, quien hizo uso de sus redes sociales para revelar el concepto del Ministerio, aseguró que de acuerdo con diferentes estudios, la presencia de variantes ha modificado la necesidad de “inmunidad de rebaño” por lo que se plantea superar el 90% de la población.
El concepto muestra que según los estudios científicos, a pesar de los esfuerzos la vacunación en todo el mundo, existen varias razones por las cuales la inmunidad de rebaño para el COVID-19 puede resultar imposible:
- Las vacunas aprobadas hasta ahora son altamente eficaces para prevenir las enfermedades sintomáticas, los casos graves y la muerte por COVID-19. Sin embargo, aún no está claro si todas las vacunas protegen a las personas de infectarse o de transmitir el virus a otros.
- La presencia de nuevas variantes del COVID-19 han obligado a actualizar los estudios científicos sobre el virus, es natural que surjan nuevas variantes con potencialidad para ser más transmisibles e incluso, para llegar a ser resistentes a las vacunas. Al respecto, este parece ser ya el caso de la variante Delta, para la cual se ha encontrado una reducción de la efectividad para prevenir el contagio, aunque la efectividad para reducir formas graves parece mantenerse alta.
- Todavía no es clara la duración de la inmunidad natural posterior a la infección por SARS-CoV-2, también se desconoce cuánto dura la inmunidad basada en las vacunas, aunque la evidencia sugiere que esta inmunidad es potente y que puede durar al menos nueve meses.
- La inmunidad puede no durar para siempre. Todavía no es clara la duración de la inmunidad natural posterior a la infección por SARS-CoV-2, también se desconoce cuánto dura la inmunidad basada en las vacunas, aunque la evidencia sugiere que esta inmunidad es potente y que puede durar al menos nueve meses.
5. – Las vacunas pueden cambiar el comportamiento humano. Es altamente probable que, al alcanzar altas tasas de vacunación, se incrementen las interacciones sociales, además, pueden presentarse cambios comportamentales relacionados con el uso del tapabocas y el distanciamiento físico.