Gloria Camargo
El año 2023 ha sido desafiante para los colombianos, quienes se enfrentan a altas tasas de interés, volatilidad del dólar y desempleo, lo que dificulta su situación financiera y los lleva a buscar alternativas para cumplir con sus obligaciones.
Una de esas opciones son los préstamos no convencionales, conocidos como ‘gota a gota’, que se han masificado en los últimos meses en el país. Sin embargo, estos préstamos resultan ser peores en última instancia, ya que los altos intereses terminan ahogando aún más a quienes los solicitan.
Según la Superintendencia Financiera, hasta marzo de 2023, los colombianos y las empresas adeudan cerca de $673 billones a los bancos. Aunque el 95.7% de los deudores hacen esfuerzos por cumplir a tiempo con sus compromisos financieros, la situación se ha complicado para muchos en los últimos meses, y la cartera vencida alcanzó la cifra de $29 billones en marzo de 2023, $1.4 billones más que en febrero. En comparación con marzo de 2022, el saldo aumentó un 12% en todo el país.
Los créditos de consumo en Colombia son los que tienen mayor cartera vencida. Los clientes deben $14.3 billones en este rubro hasta marzo, lo que representa $6 billones más que en el mismo período del año anterior.
En este contexto, Asobancaria también ha lanzado una alerta sobre la situación económica en el país. Solo entre enero y febrero de 2023, las empresas y los colombianos utilizaron sus tarjetas de crédito para compras por un valor cercano a los $7 billones.
El alto costo de vida, las tasas de interés elevadas y la restricción en la concesión de créditos por parte de los bancos han afectado el bolsillo de los colombianos, quienes han tenido dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras con los bancos y otras entidades.
Según la Superintendencia Financiera de Colombia, entre abril de 2022 y abril de 2023, el valor total de las deudas vencidas (con mora de más de 30 días) de las personas con la banca sumó $31 billones, lo que representa un aumento anual del 18.7%. Además, se reportó un aumento del saldo vencido de $1.9 billones en términos mensuales.
En cuanto a los préstamos de consumo en mora, que incluyen créditos para vehículos, libranzas, tarjetas de crédito y libre inversión, estos fueron los que más contribuyeron al saldo en rojo, con un aumento anual de más del 57.5%. Por otro lado, los microcréditos experimentaron un crecimiento anual del 5.56%, luego de 20 meses en terreno negativo. En contraste, las modalidades de vivienda y comercial mostraron variaciones negativas del 8.2% y 4.6%, respectivamente.
Un estudio reciente realizado por DataCrédito Experian reveló que el número de operaciones de crédito en Colombia disminuyó un 8% entre enero y abril de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior.
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«Esto significa que mientras en 2021 y 2022 hubo un crecimiento del 32.3%, pasando de 12.6 millones de operaciones a 16.7 millones, al comienzo de este año el número de créditos se redujo a 15.4 millones», señaló el informe.
Clariana Carreño, presidente de Experian para Colombia y México, explicó que esta reducción se debe al aumento de las tasas de interés de los créditos, generado por la política monetaria del Banco de la República para controlar la alta inflación, y al deterioro informado por la Superintendencia Financiera de Colombia en ciertos tipos de cartera, lo que ha llevado a restringir la política de crédito en algunas entidades.
El estudio también mostró que los estratos socioeconómicos más bajos fueron los que solicitaron la mayoría de los créditos en los primeros cuatro meses del año. «Los estratos 2 y 3 son los de mayor participación, con un 29.7% y 37.1%, respectivamente. Dos de cada cinco créditos otorgados a principios de 2023 fueron a los estratos socioeconómicos más bajos de la población colombiana», indicó el informe.