No cesan las decisiones alcabaleras del actual gobierno nacional, de seguir modificando los precios de los combustibles, que son muy sensibles para la sociedad colombiana. Sin interesarle la suerte que corren las familias colombianas que continúan con su proceso de empobrecimiento, no visualizan una luz al final del túnel para terminar esta pesadilla; están contribuyendo a generar una incertidumbre económica durante el presente cuatrienio. Algunos expertos han coincidido en que es el peor error histórico que cometen los primeros mandatarios al subir progresivamente el precio de los combustibles. Los anteriores gobiernos también han utilizado estas estrategias de manera equivocada. Los combustibles representan aproximadamente el 12% de la estructura de costos de las organizaciones empresariales, lo cual, estos incrementos se trasladan vía precios a los consumidores.
Necesariamente, el gobierno nacional debe buscar nuevas alternativas para sanear las finanzas públicas nacionales. La ciudadanía no puede seguir pagando los platos rotos del aumento exagerado de la fronda burocrática y del gasto público para satisfacer las crecientes demandas sociales que se le ocurren a los integrantes del equipo económico del alto gobierno, que se encuentran totalmente desubicados del verdadero contexto social y económico del país. No consultan la realidad nacional. Por eso cada vez, este país no encuentra su norte. Las protestas sociales, inseguridad, narcotráfico, bloqueos permanentes, y los anuncios de continuar los paros para presionar al gobierno nacional, sobre el cúmulo de reformas que se encuentran condensadas en los 16 proyectos de Ley que tendrán que abordar el legislativo, durante el presente año, están generando mucha preocupación para la opinión pública.
Desde el primero de febrero de la presente vigencia, el precio de la gasolina corriente se volvió a ajustar en el país con un alza que oscila entre 246 y 254 pesos por galón, dependiendo de la ciudad, mientras que el precio del diésel seguirá estable, en línea con la promesa del gobierno del presidente Gustavo Petro de no anunciar cambios, por lo menos, hasta junio de este año. Con este incremento, se completan cinco meses de alzas consecutivas en el costo de la gasolina, que suman 1.221 pesos en promedio, teniendo en cuenta las 13 principales ciudades del país.
Lo grave, es que los colombianos tendremos que estar preparados para sufragar el precio del galón de gasolina para finales del presente año, en un valor superior a los 16.000 pesos de acuerdo con las proyecciones que se tienen previstas las autoridades de este sector. Así lo están afirmando los medios de comunicación a nivel nacional. Muy preocupante. Según cifras del RUNT el parque automotor en Colombia dejó ver que, de 16.042.336 vehículos registrados, el 59 % son motocicletas, es decir, 9.419.374. Lo anterior va a impactar negativamente la demanda interna. Los agentes económicos van a ser afectados negativamente en sus ingresos.