Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Voy a describir cuantitativamente los efectos que afectan el bienestar general de mi vida y la de mis familiares, cuando el gobierno nacional, toma la decisión irracional de incrementarme el precio mensual de la gasolina. Tengo por disciplina llevar un control estadístico cuando acudo a la estación de servicio para llenar el tanque de gasolina de mi vehículo particular. He tomado este análisis desde que se posesionó el presidente Gustavo Petro Urrego, el pasado 7 de agosto de 2022. Con ello no quiero polemizar a través de sesgos ideológicos, ni tener contradicciones con los integrantes de los movimientos políticos afectos al gobierno nacional. Simplemente deseo analizar cómo estos aumentos sucesivos están disminuyendo mis ingresos y mi capacidad de compra, como sucede con los propietarios y conductores de vehículos y motociclistas que circulan diariamente por las vías nacionales.
Para este análisis, he promediado que semanalmente, gasto 10 galones de gasolina, lo cual es equivalente a un total de 40 galones mensuales. Si durante el periodo del actual primer mandatario de los colombianos se ha incrementado $4.810 pesos con respecto al precio de agosto de 2022, solamente durante el mes de septiembre de 2023, el gobierno nacional me quita 192.000. Si fuera el mismo monto para todos los meses, ascendería a $2.308.000, lo cual significa que he dejado de consumir bienes y servicios por este valor. Igual situación sucedería en cada uno de los meses anteriores, donde se ha presentado un incremento sostenido en el aumento del galón de la gasolina, lo cual se incrementaría la esquilmación de mis bolsillos por efectos de esta medida alcabalera.
En el país, la vigencia de 2022 culminó con un parque automotor de 18.082.451 de vehículos registrados en el país ante el Registro Único Nacional de Tránsito – RUNT, de los cuales 10.937.652 son motocicletas; 6.948.593 corresponden a automóviles, camionetas, camiones, buses, busetas y volquetas. Podemos deducir que el impacto sobre la economía colombiana es enorme, porque todos los propietarios de estos vehículos dejan de consumir bienes y servicios. Este fenómeno se ve reflejado en la disminución de las ventas comerciales en todas las actividades económicas del país.
Los establecimientos comerciales y las empresas productores empiezan a ver disminuidas sus ventas, viéndose obligadas a reducir su personal y por consiguiente se empieza a generar una disminución de la demanda interna en el país. Así se reflejan en los informes periódicos que promulga el Dane.
El Estado debe prepararse, para ver disminuidos sus ingresos tributarios de estas organizaciones empresariales que se encuentran en crisis. En los principales centros comerciales, donde funcionan las grandes superficies, están sintiendo la recesión económica. Se pueden detectar que algunos establecimientos comerciales están cerrando y despidiendo el personal; se empieza a sentirse un incremento de las cifras de desempleo y en un aumento del sector informal. Igualmente, las ventas de las organizaciones empresariales se ven disminuidas y, por ende, el pago de impuestos también se va a ver impactado. El mensaje del ministro de Hacienda Ricardo Bonilla esta semana, de modificar el Marco Fiscal de mediano largo es preocupante.
El Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) es un documento que enfatiza en los resultados y propósitos de la política fiscal. Allí se hace un recuento general de los hechos más importantes en materia de comportamiento de la actividad económica y fiscal del país en el año anterior. Presenta las estimaciones para el año que cursa y para las diez vigencias siguientes y muestra la consistencia de las cifras presupuestales con la meta de superávit primario y endeudamiento público y, en general, con las previsiones macroeconómicas. Por este motivo, veo con preocupación las declaraciones del zar de las finanzas nacionales, de buscar una mayor flexibilización en la política fiscal, buscando obtener créditos nuevos, para poder financiar el Plan Nacional de Desarrollo. Se empiezan a sentir pisadas de animal grande. El palo no está para hacer cucharas. Así lo afirmaban nuestros ancestros.
El gobierno nacional, observará en los próximos meses, que las medidas que ha tomado de impulsar reformas tributarias y el incremento mensual del precio de la gasolina van a tener un impacto negativo para la estabilidad de las finanzas públicas nacionales, así las luminarias del equipo económico del alto gobierno, no lo quieran aceptar y empiecen a tergiversar la verdadera realidad social y económica que estamos viviendo actualmente. Amanecerá y veremos.