Las Infecciones Respiratorias Agudas (I.R.A.) han sido identificadas por el Ministerio de Salud como la afección más común a nivel global, impactando principalmente a niños menores de 5 años. La detección temprana de los síntomas de alarma como dificultad respiratoria, fiebre superior a 38°C, y señales de deshidratación son cruciales para una intervención oportuna y efectiva. La población es instada a estar alerta y buscar asistencia médica inmediata frente a estos indicadores críticos
¿Cuáles son los síntomas de alarma de las Infecciones Respiratorias Agudas (I.R.A.)?
· Dificultad para respirar.
· Respiración acelerada.
· Si está muy dormido y no se despierta fácilmente.
· Temperatura mayor de 38° C.
· Sonidos extraños al respirar como silbidos.
· Movimientos de la nariz cuando respira.
· Rechazo a los líquidos y alimentos.
· Hundimiento de la piel en los espacios entre las costillas.
· Coloración azulada alrededor de la boca principalmente o palidez excesiva.
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Sin embargo, ante signos de alarma como asfixia o dificultad para respirar, dolor en el pecho, decaimiento excesivo, fiebre mayor a 38º centígrados durante más de 2 días o expectoración purulenta o con sangre, es primordial llevar al menor con su pediatra, ¡Ojo! Si es menor de 3 meses y presenta fiebre, será necesario asistir a consulta prioritaria, de manera inmediata.
Detectar estos síntomas es vital para proteger la vida de los menores, hacer un cuidado responsable y consultar al médico de manera oportuna puede salvar la vida de su niño, muchas mortalidades son confundidas con simples gripas y no se les presta la atención necesaria, en cualquier caso, la mejor alternativa es tener en cuenta los signos de alerta y ante cualquier complicación consultar siempre a los profesionales de la salud.
¿Cómo prevenir estas infecciones?
Prevención: El primer paso para prevenir las IRAs es promover medidas higiénicas rigurosas. Los padres y cuidadores deben enseñar a los niños a lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de ir al baño o jugar al aire libre. Asimismo, el uso de gel antibacterial puede ser un complemento útil cuando no se dispone de agua y jabón.
La vacunación es otra herramienta preventiva esencial. Los calendarios de vacunación incluyen dosis contra agentes patógenos que causan IRAs, como la Influenza y el Neumococo. Asegurarse de que los niños reciban sus vacunas a tiempo fortalece sus defensas inmunes.
Cuidados durante una IRA: En caso de que el niño desarrolle una IRA, es importante asegurar su confort y monitorizar su recuperación. Los líquidos son esenciales para mantener la hidratación y ayudar a aflojar las secreciones en las vías respiratorias. Ofrezca agua, jugos naturales y sopas frecuentemente.
El reposo es beneficioso para ayudar al sistema inmunológico a combatir la infección. Asegúrese de que el niño tenga un espacio tranquilo y cómodo para descansar y recupere sus energías.
Si el niño presenta fiebre, el uso de antipiréticos recomendados por un profesional de la salud puede aliviar la molestia. No todos los episodios febriles necesitan medicación, pero en caso de utilizarla, es importante seguir las indicaciones.
La alimentación durante este periodo debe ser ligera pero nutritiva. Comidas pequeñas y frecuentes pueden ser más fáciles de manejar si el niño tiene poco apetito o se siente indispuesto.
Cuándo buscar ayuda médica: Los padres y cuidadores deben estar atentos a los signos de complicaciones, como dificultad para respirar, coloración azulada en labios o piel, fiebre muy alta, letargo excesivo, rechazo a líquidos o alimentos, y cualquier otro síntoma que les preocupe.
Las IRAs en los niños requieren una vigilancia cuidadosa y una respuesta rápida ante cualquier señal de empeoramiento. Con medidas preventivas y un manejo adecuado de los cuidados, muchas infecciones pueden tratarse con éxito en el hogar, protegiendo así la salud y el bienestar de los niños.
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