Las comunidades de los territorios más afectados por el narcotráfico en Colombia han firmado una declaración conjunta con el Gobierno en apoyo total a la nueva Política Nacional de Drogas titulada «De la guerra contra las drogas al cuidado de la vida».
El acto de firma tuvo lugar en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, marcando el cierre de los 25 espacios de diálogos territoriales.
La firma de esta declaración conjunta es el resultado de un proceso participativo sin precedentes que involucró a más de 2.700 líderes y lideresas, así como a 274 organizaciones sociales, campesinas, indígenas, afrocolombianas, de mujeres y de jóvenes. Estos espacios de diálogo fueron fundamentales para la construcción de la nueva Política Nacional de Drogas, que busca abordar el problema desde una perspectiva más integral y centrada en el cuidado de la vida.
En representación de las organizaciones, Nidia Quintero, coordinadora nacional de Cultivadores y Recolectores de Hoja de Coca, Marihuana y Amapola, expresó: «Por primera vez en la historia, el Gobierno incluye a las comunidades y los territorios afectados por el narcotráfico en la construcción de una Política de Drogas. Esto se materializa con los encuentros territoriales y la creación de una Comisión Mixta de Seguimiento y Coordinación con representantes de pequeños cultivadores, comunidades étnicas, padres de familia y demás miembros de la sociedad civil».
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La inclusión de los jóvenes en este proceso también fue resaltada por Orlando Coicué Zapata, comisionado del Consejo de Juventudes del Cauca. «Los jóvenes no somos el futuro; somos el presente y sin la juventud no hay transformación. Por eso es necesario que nuestras proyecciones y el trabajo que venimos haciendo en nuestros departamentos, en el marco de la paz y la reconciliación, sean incluidos. La construcción de esta política se debe hacer desde el sentir y pensar de las juventudes también, teniendo en cuenta nuestra cultura y forma de hacer las cosas», enfatizó Coicué Zapata.
Héctor Marino Carabalí, miembro de la Coordinación Nacional de Pueblos, Organizaciones y Comunidades Afrocolombianas, expresó su satisfacción y esperanza ante esta nueva política. «Después de una lucha histórica, el Gobierno defiende la vida. Es una política que tiene que ser a la colombiana porque la que se ha venido implementando ha sido impuesta por otros gobiernos y solo nos ha dejado guerra y desolación. Hoy las comunidades están llenas de esperanza. Nos sentimos muy contentos porque es la primera vez que tenemos la posibilidad de participar y dejar puesta nuestra palabra», concluyó Carabalí.
