Real Madrid perdió por uno a cero ante el Getafe en el reinicio de la Liga española. Los merengues volvieron a saber de una derrota después de once fechas en las que se mantienen como lideres.
El único gol del partido se dio por un n error garrafal de Éder Militao que condenó al Real Madrid, que perdió 1-0 ante el Getafe y dejar en manos del Sevilla la posibilidad de apretar una Liga que hasta el momento dominaba con contundencia.
El Real Madrid, como se esperaba, se encontró con un muro. Quique lo tiene claro. Desde que llegó al Getafe, ha sabido exprimir a la perfección a su plantilla. Ha elegido a sus gladiadores (casi siempre repite alineación), a quienes recoge atrás con una línea defensiva de cinco prácticamente impenetrable. Con esa premisa, y con aguijonazos al contragolpe, ha montado un grupo muy seguro con lo que hace y capaz de generar problemas a cualquiera.
A Militao se le apagaron las luces a los 10 minutos. Enes Ünal, muy avispado, le robó la cartera cuando Militao era el último hombre y se perdió en hacer un quiebro absurdo al delantero turco, que no falló ante Thibaut Courtois.
El 1-0 obligó al Real Madrid a intentar poner una marcha extra de velocidad en el manejo del balón para intentar romper las líneas del Getafe. En ese instante, apareció Luka Modric, que dejó 25 minutos excelsos en los que mostró, una vez más, y van infinitas, su inmensa categoría.
Pero antes de que comenzará el carrusel de ocasiones blancas, otro error, en esta ocasión de Alaba, estuvo a punto de costarle el segundo tanto al Real Madrid. Sin embargo, tuvo suerte, porque el regalo se lo llevó Nemanja Maksimovic y no un jugador con olfato como Enes Ünal. El medio serbio, con toda la portería para él, lanzó un disparo ridículo que quedó en nada y dio un respiro a su rival.
Entonces, Modric tomó los mandos y comenzó con su exhibición de pases, robos y disparos. En dos, estuvo a punto de equilibrar el marcador, pero David Soria y el travesaño evitaron el tanto del croata. No hubo premio, tal vez merecido para el Real Madrid, que sólo era capaz de superar la línea defensiva del Getafe con jugadas de talento por encima de la media.
Precisamente, uno de los menos afinados, Asensio, dejó el partido en el descanso. Hazard apareció en la segunda parte junto a Marcelo, que también sentó a Ferland Mendy, y el Real Madrid esperaba un reseteo total para dar la vuelta a un resultado peligroso después del primer acto.
Los cambios de Ancelotti no tuvieron el efecto deseado. Hazard, como Asensio, fue otra figura demasiado estática y el Real Madrid necesitaba electricidad. Justo la que perdió sin Vinícius. Ni Asensio, primero, ni Hazard, después, fueron capaces de hacer olvidar la figura del brasileño. Y, al final, el Real Madrid lo pagó caro.
Fue el del Getafe, que diez años después volvió a ganar a un equipo que ahora mirará de reojo al Sevilla. Si el equipo de Julen Lopetegui gana los dos encuentros menos que tiene que los hombres de Ancelotti, se colocará a sólo dos puntos del liderato. De repente, la Liga podría tener gancho. Militao, con su fallo, pudo generar ese interés repentino por saber el futuro nombre del campeón.