Ayer, en medio de protestas y polémicas, fue instalado por el Presidente de la República el último periodo de sesiones del Congreso y desde ya se anunció la presentación de muchas iniciativas, que como en los periodos anteriores, solo pasarán las que interesen a las mayorías gobiernistas, y en el camino se quedarán aquellas que más expectativas generen dentro del electorado, porque podrían entrar a solucionar muchos de los problemas de los más necesitados. Pero esto no es un vaticinio, es una realidad ya probada.
Y así se anuncien muchos proyectos como la prolongación de la renta básica, o la matrícula cero para los estudiantes de estratos 1, 2 y 3 de las universidades públicas, lo más seguro es que el protagonismo se lo lleven las reformas a la Policía y la Tributaria, que fue redactada nuevamente, buscando el consenso general. Eso es lo que se espera, falta ver que tropiezos encuentren en el camino hacia la aprobación.
En términos generales no es mucho lo que se espera, ojalá nos equivoquemos, ya que por ser un periodo que se desarrolla casi a la par de las campañas políticas, el foco de los congresistas que aspiran a ser reelegidos o cuentan con intereses electorales, está más en sumar votos que aprobar proyectos. Ojalá solo sean especulaciones y los honorables congresistas nos sorprendan con la aprobación de buenas iniciativas.
Y es que a un año de concluir sus periodos, el balance en general del actual Congreso no es el mejor. Muchos podrían echarle culpas a la pandemia del covid-19, que los obligó a sesionar desde la virtualidad y en medio de una crisis económica mayúscula, pero aún así, la pandemia solo dejó al descubierto el talante de muchos, porque no son todos, de quienes componen nuestro Congreso de la República y que en tres años, poco se han acordado que quien los llevó a ostentar ese puesto. Bueno, afortunadamente les queda aún un año, para trabajar por sus electores, eso si cada uno buscará la mejor forma de hacerlo.
Finalmente, solo nos queda esperar, no perdemos las esperanzas, aunque en muchos colombianos ya no son muchas las que les quedan, por lo que solo nos queda confiar y esperar que en este corto periodo de sesiones los congresistas colombianos hagan las cosas pensando en el bienestar de los colombianos, todos, sin excepciones, porque el covid-19 nos llegó a todos y la crisis económica nos tocó a todos por igual. En la recta final, amanecerá y veremos.
