Con el inicio de los ciclos de siembra de maíz en Colombia, los agricultores se enfrentan a nuevas oportunidades y desafíos. En los últimos 15 años, la producción nacional de maíz ha experimentado un notable crecimiento del 23,4%, alcanzando las 1,9 millones de toneladas. Sin embargo, las importaciones también han aumentado significativamente, con un crecimiento del 96,5% en el mismo período, lo que destaca la importancia de maximizar la producción nacional para garantizar la seguridad alimentaria del país.
Para lograr un mayor rendimiento y calidad en los cultivos de maíz, es fundamental seguir una serie de recomendaciones clave. Héctor Rincón, líder de la categoría de semillas de Corteva Agriscience, destaca la importancia de una planificación cuidadosa que incluya la definición de fechas de siembra, análisis de costos, y la identificación de fuentes de financiamiento.
Puede leer: ¡Colombia avanza hacia una jornada laboral más corta y flexible!
Entre las recomendaciones previas al inicio del ciclo de siembra, se encuentran:
1. Revisión del suelo y condiciones climáticas: Es crucial preparar el terreno adecuadamente y ajustar el manejo de siembra para garantizar un buen desarrollo del cultivo desde el principio.
2. Selección de semillas de alta calidad: Las semillas híbridas de calidad son más resistentes al cambio climático y a las enfermedades, y ofrecen un mayor potencial productivo. Es importante elegir las variedades adecuadas según el uso previsto del maíz.
3. Uso de semillas certificadas y tratadas: Sembrar con semillas certificadas y tratadas, acompañadas de un manejo agronómico adecuado, garantizará una alta productividad y un buen rendimiento en la cosecha.
4. Control de malezas y plagas: El manejo adecuado de la maleza y las plagas es fundamental para proteger los cultivos. Es importante realizar monitoreos regulares y aplicar medidas de control cuando sea necesario.
El maíz es un cultivo fundamental en la dieta de los colombianos y sirve como materia prima para una amplia variedad de alimentos y productos. Su importancia en la agricultura colombiana lo posiciona como el cuarto cultivo más importante en términos de área sembrada. Con una siembra cuidadosa y un manejo adecuado, los agricultores pueden maximizar su producción y contribuir al abastecimiento alimentario del país.
Le puede interesar: Fuerte granizada cayó en Bogotá