Una mesa de diálogo con funcionarios de la Concesión Ruta Vía al Sur, la Agencia Nacional de Infraestructura, Gobernación del Huila, solicitan la población afectada por la construcción de la doble calzada, Neiva-Campoalegre, con el fin de que tengan en cuenta sus peticiones como lo son: la reducción del espacio entre cada eje vial y que los retornos no perjudiquen a los lugareños, pues estarían ubicados muy lejos del ingreso a sus localidades. Construcción de vía genera afectaciones.
Los afectados por estos presuntos errores en el diseño vial, es la comunidad educativa del Colegio Colombo American School, las veredas Río Frío y Arenoso del municipio de Rivera.
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El eje vial
Para entrar en contexto, a nivel macro las problemáticas se presentan a raíz de la construcción de la ruta Santana-Mocoa-Neiva, la primera fase de esta obra es la Unidad Funcional 1, vía Neiva- Campoalegre, que cuenta con la construcción de segunda calzada y rehabilitación de la misma vía con longitud de 21,9 KM, se conservará el túnel verde y se construirán puentes e intersecciones.
A raíz de una demanda interpuesta, con el fin de impedir la tala de los árboles conocidos como ‘Túnel Verde’, la sociedad civil demandó este hecho y ya el magistrado ponente, Enrique Dussán de la Sala Tercera de Decisión del Sistema Oral del Tribunal Contencioso Administrativo Del Huila, decretó en el año 2016 : “Ordenar a la Agencia Nacional De Infraestructura y en su momento Aliadas para El Progreso S.A.S. (Hoy Sociedad concesionaria Ruta Al Sur), que en el diseño de los estudios de la doble calzada Neiva-Campoalegre, de proponerse el requerir talar los árboles existentes actualmente sobre las márgenes de dicha vía, debe darse prelación a que se preserven, por lo que los estudios deben contener como propósito minimizar la tala de los árboles actualmente existentes”.
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Los afectados
Por estas circunstancias ya mencionadas, ahora la vía se va a construir por la margen izquierda de la vía actual (sentido Neiva-Campoalegre), ahí afecta al Colegio Colombo American School, quienes piden un trato igualitario al de las Instituciones Educativas, donde el separador es más angosto que cuando pasan por sus predios.
Así lo dio a conocer, Darío Arévalo, director administrativo del Colegio Colombo American School. “Las posibles afectaciones que nos pueden suceder con base a los diseños de esta vía, son muy grandes, primero de tipo económico, por que el colegio tiene una propuesta pedagógica diferenciada, donde tiene unos espacios acordes para poder llevar a cabo esta propuesta de enseñanza. Son 54 metros los que perdería esta Institución Educativa, cerca de dos hectáreas y habría contaminación auditiva y atmosférica, ya que los vehículos pasarían cerca de nuestras aulas educativas”.
El funcionario indicó podrían verse afectados económicamente, porque a algunos padres de familia, ya no les interesaría el proyecto educativo y no cuentan con más terreno para expandirse.
“Los diseñadores del tramo vial, no cayeron en cuenta que estábamos allí, porque es evidente que somos tres colegios ubicados en línea recta. No tiene sentido ampliar el separador, no existe un motivo bueno para hacerlo, al menos no lo hemos escuchado por parte de la concesión vial”, indicó el administrativo.
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Por su parte, Javier Puentes, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Arenoso, expresó: “nos sentimos muy afectados, porque es espantoso la distancia entre la entrada a nuestra población y donde van a construir los intercambiadores viales. La otra concesionaria había dejado el retorno en el sitio conocido como La Cabañita y la actual sociedad constructora pretende realizarlo cerca a la entrada al Club Campestre, más o menos casi a dos kilómetros de distancia de nuestra población”.
El líder comunal agregó que hizo un derecho de petición dirigido a la Alcaldía de Rivera, al Consejo y Personería para que lo apoyen ante la ANI y analizar la construcción de los retornos viales, y estos queden ubicados cerca de las poblaciones. Indicó que llevan ocho años realizando esta petición y aún no han sido escuchados.
“Ellos dicen y alegan que cambiar el diseño es muy costoso (Concesión Vial), pero no tienen en cuenta a las comunidades, ellos (ingenieros) terminan sus obras se van y nosotros quedamos con la problemática para ingresar a nuestras poblaciones”, añadió Javier Puentes.
En tela de juicio las socializaciones
Por su parte, María del Pilar Martínez, residente de la vereda Río Frío, señala: “la afectación es grave, pero en ningún momento se hicieron socializaciones. No fue una persona de estas concesiones viales a hacer un estudio socioeconómico de nuestra población, en base a que varios ciudadanos laboran en el área de Ceagrodex, en los colegios aledaños, el Club Campestre y para hacer el retorno nos tocaría ir hasta el cruce del Juncal, prácticamente estamos hablando de 7 kilómetros en ir y volver y así llegar a nuestras viviendas”.
“Se hablaba de una ‘socialización’, pero esta era en un solo sentido. Nosotros les expusimos nuestras inquietudes y quedaban consignadas en las actas de la entidad constructora. Les dijimos que los retornos eran demasiados lejos de la entrada de nuestras veredas y que los trabajadores muy seguramente iban a tomar otras vías para acortar el trayecto o transitaría en contravía, aumentando el riesgo de accidentabilidad, pero siempre nos trataron con pañitos de ‘agua tibia’, que eso lo iban a hablar, pero estos requerimientos no se ven reflejados en el trazado del diseño de la vía. Nunca se tuvo en cuenta a la comunidad como tal”, agregó Martínez.
