DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Amaury Machado Rueda
Fotografías: Suministradas
Karla Fernanda Guevara Rivas, continúa pasando por dificultades para poder darles un techo a sus 4 hijas menores de edad, luego de quedarse en la calle por no tener dinero para pagar más arriendo en el inmueble donde vivía en la comuna ocho de Neiva. La mujer, madre cabeza de hogar completó ya dos noches con sus pocos enseres a la intemperie.
250 mil pesos de un mes de arriendo en un modesto apartamento donde habitaba, que no pudo pagar, causó que Karla Fernanda Guevara Rivas, una joven mujer madre cabeza de hogar tuviera que salir con sus cuatro hijas y sus pocos enseres a la calle.
El lamentable caso ocurre en un asentamiento en el sector de Peñón Redondo, en la comuna ocho de la ciudad de Neiva. Karla, debió pasar la noche del domingo bajo un árbol, con el corazón lleno de preocupaciones por no tener más a dónde ir.
“La señora del apartamentico no me tuvo paciencia, no me quiso esperar más, me dañó el candado de la puerta y se entró a amenazarme con rociar gasolina en la casa con nosotras adentro. Se llamó a la Policía, que hizo una buena labor en pacificar las cosas, y pues hubo un acuerdo de que yo le desocupada el domingo. Llegó ese día y no tuve para dónde irme, toqué puertas y todas cerradas, mi familia pues no tiene espacio para mí porque yo soy con mis cuatro niñas. Así que le pedí el favor a una vecina que me dejara tener las cosas debajo de un árbol que ella tiene al frente de la casa y ahí saqué las pocas cosas que tengo”, relata la mujer.
Las niñas pasaron la noche en casa de una vecina, mientras Karla cuidó afuera sus cosas. Por pocos minutos pudo pegar el ojo, debía estar vigilante para que los dueños de lo ajeno no se llevara lo poco que tiene.
El padre de sus hijas de 15, 11, 9 y 2 años las abandonó y no responde por ellas. Según manifiesta Karla Fernanda, ella trabaja en oficios varios, pero en el mes de diciembre anterior se lastimó el tobillo, se le hinchó y no le permitió caminar ni mucho menos salir a rebuscarse el pan de cada día. Permaneció por 20 días sin poder trabajar, y eso originó que se quedara atrasada en el pago de la obligación del inmueble.
Sin dónde ubicarse
Ante su difícil situación, que se dio a conocer por redes sociales, la joven madre dice que la ha contactado mucha gente intentando prestarle una ayuda de dinero para el pago de algunos meses de arriendo. Sin embargo la solución no es tan color de rosa.
“Me han dicho, busque la casa donde irse que nosotros le colaboramos con el pago de tres meses de arriendo, para que usted pueda trabajar y pueda seguir adelante. Pero en esas estuve hoy lunes buscando por un lado, por el otro y nada, muy complicado. Estuve en Las Palmas, en Las Acacias, en Ciudad Salitre, en unas partes me decían que ya estaba arrendado, y en otras me pedían muchos documentos que en este momento no tengo”, manifestó Karen.
Menciona que le piden documentos como fiador con finca raíz y un certificado laboral. Sin embargo aún espera a que pueda lograr encontrar un sitio donde refugiarse y un trabajo donde pueda ubicarse laboralmente para brindar el sustento a su familia. Son muchas las dificultades que atraviesa sola, su anhelo es lograr sacar a sus hijas de ese entorno, según manifestó, “inseguro de prostitución y consumo de alucinógenos”.
Quienes deseen ayudarle en su necesidad, se pueden comunicar al número de celular de una vecina 3043436608.
¿Y las entidades correspondientes?
Se conoció que la Personería de Neiva, entidad que se pensaría sería la primera en brindarle atención a esta madre cabeza de hogar, no se ha comunicado con ella ni se ha manifestado en ninguna otra manera. Lo mismo ocurre con el ICBF.
De otro lado, personal del Programa de Primera Infancia y Adolescencia de la Administración Municipal de Neiva, estuvieron ayer en la mañana en el sector de Peñón Redondo, revisando la situación del caso para determinar de qué manera se le puede prestar ayuda a Karla Fernanda y a sus hijas.
La iniciativa es poder vincular a las menores a una institución educativa y prestarle el servicio de salud. Es de anotar que las niñas no reciben clases desde hace más de un año, debido a varios inconvenientes.
Se mencionó igualmente, lograr tratar de buscar un sitio donde ella pueda ubicar sus cosas y estar con sus niñas. Sin embargo finalizado el día del lunes, Karla debió pasar una segunda noche bajo el árbol de su vecina y espera no pasar más noches así, a la intemperie, “Estoy tan decepcionada, solo mis hijas son lo que mueve a seguir luchando”, dijo.