Los ejercicios militares se desarrollaron a 30 kilómetros de la frontera intercoreana.
Diario del Huila – Internacional
Este miércoles, Corea del Sur y Estados Unidos finalizaron unos ejercicios militares conjuntos de seis días de duración que se llevaron a cabo en el campo de entrenamiento de Seungjin, en Pocheon, a solo 30 kilómetros al sur de la frontera intercoreana. Estas maniobras, que comenzaron el pasado viernes, forman parte de los esfuerzos continuos de ambos países por mantener y mejorar su preparación militar en una región marcada por la tensión geopolítica.
El Ejército de Corea del Sur detalló que los ejercicios de fuego real incluyeron la participación de un batallón estadounidense, que fue enviado desde el territorio continental de EE.UU. como parte de un ejercicio para probar la capacidad de despliegue rápido. Esta unidad pertenece a la 1.ª División Blindada de Fort Bliss, Texas, que llegó a Corea del Sur el mes pasado con el propósito de participar en estas maniobras y comprobar su capacidad de reacción ante cualquier eventualidad.
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Operaciones combinadas
Uno de los objetivos clave de estos ejercicios fue verificar la interoperabilidad de los sistemas de comando y control de ambas fuerzas, así como mejorar sus capacidades para llevar a cabo operaciones combinadas a nivel de pequeñas unidades. Para ello, se movilizaron alrededor de 320 soldados que formaron un equipo de combate conjunto, demostrando así la capacidad de Corea del Sur y Estados Unidos para coordinarse eficazmente en situaciones de combate.
Además de las tropas terrestres, el entrenamiento contó con la participación de helicópteros Apache, pertenecientes a la 2.ª División de Infantería de EE.UU./División Combinada ROK-EE.UU. Estos helicópteros realizaron diversas maniobras de apoyo aéreo, subrayando la importancia de la integración de las fuerzas aéreas y terrestres en operaciones conjuntas.
El contexto de estos ejercicios es significativo, dado que se llevaron a cabo en una zona cercana a la frontera con Corea del Norte, un área históricamente sensible debido a las tensiones continuas entre ambas Coreas. Las maniobras de fuego real no solo subrayan el compromiso de Corea del Sur y Estados Unidos con su alianza de defensa mutua, sino que también envían un mensaje de disuasión a Pyongyang, en medio de las preocupaciones por el desarrollo de su programa nuclear y de misiles balísticos.
Recordatorio de la presencia de EEUU
Este tipo de ejercicios combinados refuerza la capacidad de respuesta rápida de ambos países y sirve como un recordatorio de la presencia militar estadounidense en la península coreana. Aunque estas maniobras son vistas como una rutina dentro de los acuerdos de defensa entre Seúl y Washington, no dejan de ser motivo de crítica por parte de Corea del Norte, que a menudo denuncia estos ejercicios como preparativos para una invasión.
Con la conclusión de estas maniobras, tanto Corea del Sur como Estados Unidos han reafirmado su compromiso de mantener una postura de defensa robusta, lista para enfrentar cualquier desafío en la región. A medida que la situación en la península coreana sigue siendo volátil, la cooperación militar entre ambos países continúa siendo un pilar fundamental de la seguridad en Asia Oriental.
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