Las cifras sobre el costo de vida para los ciudadanos entregadas por el DANE en la semana que culmina revelaron que hay un 0,93% de alzas respecto a septiembre del 2021. Neiva sufrió un incremento en el costo de los alimentos, bienes y servicios, pero sigue siendo una de las ciudades más baratas en Colombia. Para entender esta realidad, Diario del Huila consultó a expertos, comerciantes y al ciudadano del común
El DANE presentó el porcentaje del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el mes de septiembre, el cual se ubicó en 11,4%, con una variación mensual de 0,93%. La tasa de inflación en Colombia se ubicó en 11,44%, una cifra que no se veía desde 1999.
Respecto al mismo periodo del año anterior, el IPC tuvo un aumento de 6,93 puntos porcentuales, cuando se situó en 4,51%. De acuerdo con el DANE, el comportamiento de la inflación obedece principalmente a una variación en los precios de las divisiones: alimentos y bebidas no alcohólicas y alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.
Neiva y sus habitantes no son ajenos a la situación generada por el incremento de los precios al consumidor que golpea el bolsillo, especialmente de las clases de menos recursos.
Diario del Huila, consultó a conocedores del tema para ayudar a entender qué tanto se incrementan los costos y cuál, es la incidencia en la canasta básica de los hogares.
Un economista
Carlos Tovar, economista y docente universitario, respondió algunas de las inquietudes que surgen del informe del DANE, que para algunos es contradictorio con respecto a Neiva, que de un lado registra uno de los incrementos más altos en la variación en el mes de septiembre y de otro sigue siendo una de las ciudades con menor costo de vida.
“Los factores de precios, fundamentalmente, de los alimentos, están afectados especialmente por el incremento de los insumos, y así sean productos de origen regional o nacional o importados, todos en general se afectan por el incremento del costo de los insumos, especialmente de los fertilizantes”, manifestó.
Otro aspecto es el hecho es que una parte importante de los alimentos que llegan a la ciudad vienen de mercados externos, sean de mercados nacionales o internacionales, estos se afectan además por el incremento de la tasa de cambio, la diferencia de valor entre el dólar y el peso colombiano, eso golpea toda la producción que viene de los mercados externos como los las frutas, los cereales como el trigo, lenteja , arveja el maíz que no solo se usa para alimento humano sino para alimentos de los cerdos, las aves, impactan en los mercados nacionales.
En el caso de las carnes su incremento fundamentalmente también es por los alimentos que son importados, ese es un aspecto que incrementa costos de los alimentos y Neiva es un mercado periférico en el país.
Una de las ciudades más económicas
El caso de ser una de las ciudades más baratas, influye la producción de carácter local, lo que se produce en la zona, es producto fundamentalmente de economías campesinas que han logrado con base en sacrificio personal, mantener unos costos relativamente asequibles, “no diría que sería la totalidad de los alimentos, pero si va a influir en un 50 a 60% lo que a su vez permite que por ejemplo productos como los corrientazos se mantengan apoyados en productos de origen local y regional”, indicó.
Bienes y servicios
Por el lado de los bienes y servicios, “nosotros tenemos un problema muy serio, especialmente con los servicios públicos y dentro de estos los energéticos, como la energía eléctrica, el gas propano y el carbón, productos que se han incrementado por fenómenos internacionales, golpean no solo al consumidor familiar sino al industrial que utiliza estos productos para su producción”, agregó.
En el caso de la energía eléctrica, para el economista, Carlos Tovar, hay un problema tarifario, las fórmulas a través de las cuales se cobran las tarifas de la energía, por ejemplo, no reflejan los costos reales de producción sino la rentabilidad de las empresas lo que golpea al consumidor tanto en la tarifa del hogar como para el industrial, es un tema de regulación, de control tarifario, sostuvo.
En el caso del gas también hay problemas de regulación tarifaria, pero hay además un tema de expectativa por el anuncio hecho por el gobierno que comienza en el sentido que se va a parar prácticamente la exploración y explotación, lo que genera que quien tiene el producto que se va a poner escaso lo venda al mayor precio posible y si no hay control los precios se suben inevitablemente.
Finalmente, dice el experto, que todo depende de que tan fuerte sea el gobierno para tomar determinación de control de precios como se ha hecho en Europa, frente a las ganancias de las empresas energéticas, política que en el caso de un gobierno como el colombiano se pueda enfrentar a las grandes multinacionales o a entidades como el Banco Mundial, que son los beneficiarios de ese tipo de negocios, la banca mundial que es extremadamente poderosa y que no permite fondo monetario internacional que atenazan a países como Colombia y no permiten tener políticas autónomas para atenuar la crisis.
Gerente de Surabastos
Lo primero que sostiene el gerente de Surabastos, la central de abastos más grande del sur del país, Germán Peña es que ellos dependen de la libre oferta y demanda.
“Si bien los costos se han incrementado en unos casos, hay otros productos que están a la baja y es lo que entonces compran en mayor proporción los consumidores. Lo importante es que la central está funcionando de manera normal y por el momento no hay escasez de productos”, sostuvo.
“Actualmente, tenemos algunos productos que se incrementan en alguna semana, pero otros tienden a la baja, por ejemplo, a fecha del viernes, productos como la arracacha, el pimentón, la habichuela, cebolla de tallo, el plátano, se mantuvieron estables en sus costos”, dijo.
“De otro lado, productos como las verduras, el tomate chonto, la canastilla de $65.000 pesos, bajó a $50.000 pesos, mientras que algunas frutas como la papaya, el limón común, la mora tuvieron un ligero incremento en sus precios. Se mantuvieron estables productos como el banano, el aguacate, la fresa, granadilla, guayaba, lulo, naranja y la uva que pueden consumir las familias por tener precios estables”, agregó.
De acuerdo al movimiento en la central de abastos, se notó incluso que algunos productos importados dentro de las frutas tendieron a la baja, “la mandarina, la manzana, la cholupa, el melón, la patilla, la piña”, dijo, mientras que el arroz tuvo un incremento en el precio de la arroba, subió $1.000 pesos”.
Finalmente, indicó que, “desde los puertos hay despachos normales para los mayoristas, por lo que se puede reportar que no hay ningún tipo de escasez ni de acaparamiento que en ocasiones se presentan, igual sucede con los productos de la región, por lo tanto, están trabajando normalmente, hay buen flujo de productos y de clientes, estamos funcionando normalmente”, concluyó.
Los neivanos opinan
Isabel Ramírez, una ama de casa del barrio Diego de Ospina, le dijo a Diario del Huila, “todos los días las cosas están más caras y no se encuentra explicación, toca llevar menos, comer menos para que alcance el dinero, que haya control a los precios”, argumentó.
José Trujillo, un pequeño comerciante de perecederos, sostuvo que, “si el mayorista le sube, a él le toca incrementar los precios, esto es una cadena. La gente se queja, pero finalmente compra, tienen o tenemos que comer”, indicó.
Luis Pareja, comerciante de carnes; Los costos se han incrementado por los altos precios de los insumos, dicen los mayoristas, la comida para los cerdos, para el ganado dependen de productos importados y al final todo se refleja en el precio al consumidor”, manifestó.
Marina López, pensionada; “los precios están por las nubes, uno antes salía y le alcanzaba lo de la pensión para suplir la canasta básica, ahora es casi que imposible, toca estirar y hacer milagros”, agregó.