Los costos asociados al consumo de tabaco en América Latina y el Caribe superan significativamente los ingresos obtenidos por impuestos a este producto, según datos recientes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). En Colombia, el gasto médico derivado del tabaquismo alcanza los 1.709 millones de dólares anuales, lo que representa un 0,6% del PIB. Esta situación genera preocupación, ya que solo se recupera un 10% de esos costos a través de los impuestos al consumo de tabaco, mientras que países como Chile y Argentina logran coberturas mucho mayores.
La Ocde también destaca que la prevalencia del tabaquismo en la región afecta al 12% de la población, con una mayor incidencia en los hombres. Chile lidera en consumo entre la población masculina, con el 31% de los hombres fumando, seguido de Argentina con un 29%. Sin embargo, los ingresos por impuestos específicos al tabaco en América Latina han disminuido en la última década, pasando de un 0,21% a un 0,13% del PIB en varios países, a excepción de Colombia, donde ha habido un leve incremento.
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Uno de los principales retos señalados por la Ocde es la necesidad de aumentar las tasas impositivas del tabaco para reducir su asequibilidad y así contrarrestar el impacto social y sanitario del tabaquismo. Además, sugiere reforzar la administración de estos impuestos y adoptar medidas contra el comercio ilícito de tabaco, con el fin de evitar que las políticas fiscales se vean debilitadas por el contrabando y la evasión.
A largo plazo, la organización prevé que el aumento de los impuestos al tabaco no solo elevaría la recaudación, sino que, al reducir el consumo, se aliviarían los gastos en salud pública y mejoraría la calidad de vida de la población. Mathias Cormann, secretario general de la Ocde, insiste en la importancia de los impuestos como herramienta para reducir los costos económicos y sociales asociados al tabaquismo, instando a los gobiernos a reforzar las políticas tributarias en este ámbito.
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