La crisis carcelaria es una problemática de nunca acabar. A través de la historia, siempre los reos se encuentran en deficientes condiciones, porque las diferentes administraciones, no les han puesto cuidado en las soluciones estructurales que necesitan. Uno de los problemas con que inició el gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego, es el hacimiento en las cárceles del país. A diciembre 31 del año anterior, existían 101.622 personas privadas de la libertad. La capacidad carcelaria es de 81.740 cupos. O sea que existe un hacinamiento del 24,3%, de acuerdo con las estadísticas publicadas por el Inpec. Durante el pasado fin de semana se les presentaron algunos retrasos en el suministro de las raciones alimenticias a los reclusos de la cárcel de Rivera, los cuales ya fueron solucionados.
Hay un hecho que vale la pena destacar. En el mes de enero se les apareció el ángel de la guarda a todas personas privadas de la libertad en los diferentes centros de reclusión en el departamento del Huila. La posesión de la destacada magister huilense Karol Vanessa Ortigoza Vargas, como subdirectora de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), se convirtió en la abanderada para mejorar las condiciones de infraestructura, alimentación y salud para estos reos. En la cárcel de Rivera, se inició el mejoramiento de la logística del suministro de la alimentación. Se tomó la decisión de trasladar el suministro de la alimentación a la parte externa de la penitenciaria para mejorar la salubridad en la fabricación de los alimentos. Igualmente se van a iniciar las obras de mejoramiento de algunos pabellones y el suministro de agua potable. Igualmente se están tomando las mismas medidas en los demás centros carcelarios en Pitalito, La Plata y Garzón.
Desafortunadamente, en los sitios transitorios de reclusión que existen en la ciudad de Neiva no corren con la misma suerte, Son responsabilidades de la administración municipal de la capital del departamento. A pesar del hacinamiento de las instalaciones inadecuadas donde han sido recluidos, están generando dificultades porque no se cuentan con los suficientes recursos financieros para atender esta población carcelaria. Se estiman que se necesitan $1,800 millones de pesos para cumplir con esta tarea durante la presente vigencia. El gobierno nacional en muchas ocasiones les traslada diversas competencias a los municipios, sin transferirles los suficientes recursos para atender adecuadamente a esta población carcelaria. Hay necesidad que la alcaldía de Neiva realice gestiones ante las instancias nacionales para obtener apoyo financiero para atender esta problemática.
Así lo vienen realizando otras administraciones municipales en el país. No podemos ahogarnos en un vaso de agua. Actualmente todos los entes territoriales presentan dificultades financieras para atender las demandas sociales de sus habitantes, que cada vez son mayores. Tenemos una embajadora opita en Bogotá, que se siente henchida de generosidad para apoyar el mejoramiento de la población carcelaria.
