En el marco del desarrollo la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en Argentina, el mandatario colombiano también propuso “un tratado para suministrar energías limpias a Estados Unidos y Canadá”.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
El Presidente Gustavo Petro se refirió a varias problemáticas que se viven en los países de Latinoamérica durante la apertura de la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se cumple en Buenos Aires, Argentina.
Según el mandatario colombiano, lo primero que deben hacer los países de la región es “fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, adoptar un tratado regional de migración y promover un mecanismo de abastecimiento alimentario para evitar el hambre”.
Petro indicó que el objetivo debe ser un pacto democrático como se propuso en el año 72, y subrayó que “si llegamos al poder desde las izquierdas no es para encarcelar derechas. En América Latina no tiene que haber un solo preso político”.
Con referencia a los niveles de hambruna (en América Latina y el Caribe, 56,5 millones de personas padecieron hambre en 2021, unos 13,2 millones más que en 2019, antes de la pandemia), el Presidente añadió que “si el hambre está en nuestras tierras, y va a crecer, saquemos alimentos de ser mercancías. Construyamos un sistema de abastecimiento alimentario que llegue allí donde está el hambre”.
Retos migratorios
Durante su intervención, el mandatario explicó que en primer lugar, México deberá realizar una conferencia latinoamericana y del Caribe sobre la migración, el cual tiene como problema principal la carencia de agua y alimentos, “y la respuesta no son las ametralladoras y los muros y los campos de concentración”.
Por lo cual, propuso además establecer un tratado para suministrar energías limpias a Estados Unidos y Canadá.
“Si nos unimos, podría otorgar tanta energía a esa red eléctrica, que no solamente tendríamos seguridad, no solamente seríamos excedentarios en la generación de energías limpias, para nuestras propias sociedades, para las que tienen por razones geográficas déficit, sino que podríamos ser un motor para ayudar a las fuerzas progresistas de los Estados Unidos y del Canadá a cambiar su propia matriz de energía eléctrica”, puntualizó.
Si la primera carta geopolítica hacía referencia a la selva amazónica, la segunda está vinculada a una red de energía eléctrica en América Latina. “Suramérica es la región con mayor potencial para implementar energías limpias en el mundo”, explicó el presidente de Colombia.
Entre tanto, Mario Abdo Benítez, Presidente de Paraguay, expresó que sigue preocupando en la Región, la crisis en Venezuela, al igual que en Perú y Brasil, y dijo que “es una realidad que no puede ser obviada, sino que debe ser abordada” y agregó que hay que “buscar una solución” pues “la democracia no culmina con las elecciones”, sentenció.
De otro lado, Petro agregó que “el principal problema que hoy afronta la humanidad es el consumo y la producción de petróleo, carbón y gas, al ser utilizado por el capitalismo fósil en su acumulación ampliada de ganancias, lo que puede matar la humanidad”.
El mandatario también indicó que se debe establecer una integración por medio del sistema ferroviario, que “está en el camino adecuado, porque no es la imitación de la gran autopista norteamericana, que usa una movilidad intensiva en combustibles fósiles, lo que nos va a salvar ahora en el siglo XXI. Destruimos nuestros trenes, ahora hay que reconstruirlos”, concluyó.
Una apreciación que fue respaldada por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien a su vez propuso “la creación de una zona de libre comercio entre los países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”.
Según Lacalle Pou, “muchas de las economías regionales son complementarias, por lo cual se debe adaptar nuestra realidad nacional para que se condiga con los discursos que decimos acá en esta comunidad”.
Finalmente Petro, señaló que “hay una gran distancia entre la retórica de la integración latinoamericana y la realidad. Hablamos mucho, pero hacemos poco. Y yo creo que esta historia tiene que cambiar. De la retórica tenemos que pasar a la realidad”.
