Por: Gerardo Aldana García
El derecho del Huila de aspirar a que uno de sus hijos dirija la Federación Nacional de Cafeteros, es notablemente legítimo. Lo merece por las razones que son de amplio conocimiento público en donde se destaca el irrefutable primer lugar en el ranking como primer productor nacional durante los últimos 12 años. Y está bien que el presidente Petro y los propios estatutos de Fedecafé impulsen el procedimiento de conformación de ternas desde las regiones con vocación a dicha Gerencia. El tema es que el alto cargo al que con denuedo se aspira desde el Huila, tiene el claro perfil de ser una multinacional del grano. Una empresa que durante décadas coexiste en un mercado altamente competitivo entre continentes, regiones y países que anualmente pujan por la primacía sobre la decisión de compra de los millones de consumidores de café que alrededor del mundo se vuelven cada día más catadores y baristas, más expertos en escoger una buena taza del grano.
Resulta del mayor significado las perspectivas de requisitos que debe reunir quien sea ungido para ocupar el cargo. La sección de Empresas de la revista Portafolio destaca que, primordialmente se exigirá que el alto ejecutivo sea un conocedor nato de la caficultura colombiana, desde las variedades que se siembran en los semilleros hasta el café colombiano que se está sirviendo en cualquier tienda del mundo. Esto quiere decir que deberá dominar la parte técnica del cultivo y todos los problemas que encierra cada palo de café sembrado en el país. Así mismo, señala que tal característica debe ir de la mano con la de ser conocedor de la problemática económica y social que ha acompañado a los cultivadores en los últimos años, derivada de los bajos y ahora altos precios de compra y como consecuencia, también, de los fenómenos climáticos que afectan la caficultura. Sin duda, una fortaleza sine qua nom del aspirante es ser un muy buen administrador.
En otro de los escenarios en que ha de ser fuerte el candidato es el mundo de las buenas relaciones con los poderes Ejecutivo y Legislativo, y de forma muy especial con las bases cafeteras. En el ámbito internacional debe contar con experiencia en el trato con la Organización Internacional del Café (OIC), así como con los operadores del comercio internacional del grano. En este mundo de relaciones destaca igualmente la interacción con las cadenas de comercio minorista de la bebida. Para cerrar el espectro de fortalezas aparece la condición de poseer el bilingüismo, dada la dinámica global en la que interactúa permanentemente. Por supuesto que, a la hora de confrontar dentro de una terna final para escoger al Gerente, entrarán a jugar otros aspectos de sensible plus, cual es el de la formación académica. Allí puede haber candidatos con una solidez formativa ostentada en títulos de maestría y doctorados en prestigiosas universidades del mundo. Por supuesto que la variable política no se desestima y también puede tener un peso específico en la decisión final.
Desde el Huila se mira con justa avidez el cargo; pero este propósito precisa igualmente analizar quienes son los huilenses que reúnen todas estas fortalezas en un solo individuo. Aquí tenemos nombres de reconocimiento nacional en el mundo político y del sector agropecuario cual puede ser el caso de Rodrigo Villalba Mosquera, exministro de Agricultura, exgerente de Incora y por supuesto en la administración pública en cargos como alcalde de Neiva y Gobernador del Huila. En lo legislativo destaca su papel en el Congreso. Como conocedores del tema del café, hay nombres profundamente respetables como el de Luis Mauricio Rivera, actual Gerente de Coocentral, cooperativa desde cuya gerencia está dentro de las primeras a nivel Colombia. Hay lideres como Dilberto Turjillo Dussán, profesional del agro, con maestría en Desarrollo Territorial y experiencia administrativa en oficinas como el IDAMA de Neiva y Secretaría de Agricultura y Minería del Huila, lo mismo que exconcejal y exdiputado del Huila. Así mismo, con una basta trayectoria de trabajo en la cooperación internacional desde Suiza y Europa en donde ha ejercido profesionalmente durante cerca de 10 años. Se le suma su fuerte amistad y nexos con Gustavo Petro. El mismo Gobernador del Huila Luis Enrique Dussán López cuya trayectoria política y administrativa en el sector agropecuario es de reconocimiento nacional, podría ser una de esas cartas a presentar. Y hay más nombres, dirigentes gremiales y políticos cuya aspiración es estimable, por ejemplo, el joven profesional, empresario y dirigente cafetero Leonardo Sanmiguel Benavidez cuyo perfil sugiere que en un mediano plazo podría estar apto para un cargo de esta magnitud. Pero la pregunta sigue siendo: ¿puede el Huila presentar un candidato que integre las fortalezas que se exigen para este cargo? No basta con tener el derecho a algo, sino que se debe legitimar tal aspiración con los méritos que se exigen. Sonará feo lo que voy a escribir, pero no le haría nada bien ni al Departamento y menos al país, que en un futuro mediano tengamos que cargar con el mote de haber aportado un gerente que lleve a una empresa de la envergadura de Fedecafé, a la quiebra. Suena horrible, pero basta ver los diversos y aciagos ejemplos de empresas que han sido quebradas en nuestro territorio por dirigentes del Huila.
En situaciones como la que precisa la aspiración legítima en comento, es que se destaca la necesidad de llevar a los jóvenes ejecutivos y líderes empresariales y políticos del Huila, hacia estadios de alto nivel académico, relaciones económicas, políticas y gremiales, con proyección nacional e internacional. Esto solo es posible si hay un cambio de forma de pensar y de actuar por parte de los dirigentes políticos y empresariales de la región en donde los espacios a las nuevas generaciones se respetan, se animan y se fortalecen, todo en procura de obtener un know how regional capaz de competir en las grandes lides de la economía, como la caficultura en la que nos felicitamos de ser los mayores productores.