Además de las causas físicas, la ansiedad y estrés pueden ser detonantes de este malestar.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
El dolor en el pecho puede tener varias causas, algunas de ellas leves y otras más graves. Pero hay algunos casos en los que este síntoma debe ser de cuidado. Le contamos cuándo debería preocuparse y consultar con un médico.
La Clínica Mayo enumera algunas de las causas más comunes para este dolor, como los casos en los que el dolor en el pecho puede ser causado por problemas musculares o esqueléticos, como lesiones, tensión muscular o costillas fracturadas.
También informa que algunas enfermedades digestivas, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la úlcera péptica y la inflamación del páncreas, pueden causar dolor torácico.
«Las enfermedades pulmonares, como la neumonía, la embolia pulmonar y la pleuritis, pueden causar dolor en el pecho», afirma la entidad, que también reconoce la incidencia de los problemas cardíacos, como la angina de pecho, el infarto de miocardio y la pericarditis.
Además de estas causas físicas, la ansiedad y estrés pueden ser detonantes de este dolor.
Sin embargo, no todos los dolores en el pecho son signos de una afección grave. Según los expertos, es menos probable que el dolor en el pecho sea causado por un problema cardíaco si se presenta en casos donde el dolor empeora al respirar profundamente o al moverse.
También suelen descartarse las causas graves cuando el dolor es agudo y punzante, se presenta en un solo lado del pecho o desaparece y vuelve.
En ese sentido, cabe preguntarse cuándo preocuparse una persona por un dolor en el pecho. Pues bien, en algunos casos, el dolor en el pecho puede ser un signo de una afección grave que requiere atención médica inmediata.
Según el Centro Médico de la Universidad de Columbia, debe buscar atención médica de inmediato si experimenta alguno de los siguientes síntomas junto con el dolor en el pecho:
-Dificultad para respirar o falta de aire.
-Dolor que se irradia hacia el brazo, la mandíbula o el cuello.
-Sudoración excesiva.
-Náuseas o vómitos.
-Mareo o desmayo.
-Latidos cardíacos rápidos o irregulares.
Qué hacer si ves que una persona podría estar teniendo un ataque cardíaco
No ignores los síntomas de un ataque cardíaco. Si no puedes conseguir una ambulancia u otro vehículo de emergencia, pídele a un vecino o amigo que te lleve al hospital más cercano. Conduce tú mismo solo si no tienes otra alternativa. Ya que la afección puede empeorar, al conducir te pones a ti mismo y a otros en peligro.
Mastica y traga una aspirina mientras esperas que llegue la ayuda de emergencia. La aspirina ayuda a evitar la coagulación de la sangre. Cuando se toma durante un ataque cardíaco, puede reducir el daño al corazón. No tomes aspirina si eres alérgico a este medicamento o si el proveedor de atención médica te ha indicado que no lo hagas.
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Toma nitroglicerina si te la indicaron. Si crees que estás teniendo un ataque cardíaco y el proveedor de atención médica te ha indicado previamente que tomaras nitroglicerina, tómala siguiendo las indicaciones mientras esperas que llegue la atención médica de emergencia.
Comienza con la reanimación cardiopulmonar si la persona está inconsciente. Si la persona no respira o no le encuentras pulso, comienza a hacerle reanimación cardiopulmonar para mantener el flujo sanguíneo después de llamar para pedir atención médica de emergencia.
Presiona rápido y con fuerza en el centro del pecho de la persona, a un ritmo relativamente rápido: entre 100 y 120 compresiones por minuto.
Si hay un desfibrilador externo automático disponible inmediatamente y la persona está inconsciente, sigue las instrucciones de uso del dispositivo.
