DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
Las hectáreas de cultivos transgénicos crecieron un 31% en 2021 con respecto al año anterior. El maíz sigue siendo el principal cultivo transgénico en Colombia. La siembra de algodón se reactiva en el país.
“Es evidente que la aceptación de las semillas transgénicas en Colombia va en aumento y las cifras de adopción de esta tecnología lo demuestran; esto es así porque funcionan. La innovación en cultivos es y será la herramienta clave para enfrentar los desafíos de la agricultura”, mencionó María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio, la Asociación de biotecnología vegetal agrícola para la región Andina.
Colombia sembró un total de 150.451 hectáreas de cultivos transgénicos durante 2021, correspondientes a 142.975 hectáreas de maíz genéticamente modificado (GM); 7.464 de algodón GM y 12 hectáreas de flores azules, según cifras entregadas por el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA.
Los departamentos con mayor adopción de esta tecnología son el Meta con 52.134 hectáreas; Tolima con 38.913; Córdoba con 19.228; Valle del Cauca con 13.800 y el Cesar con 7.325 de cultivos genéticamente modificados.
En total, son 22 departamentos en donde se siembran semillas mejoradas con el fin de obtener mayor rendimiento por hectárea y mejor manejo del cultivo, lo que se traduce en beneficios para el medio ambiente.
El cultivo de algodón que había experimentado un declive en los últimos años, para 2021 mostró una reactivación del 55% con respecto al año anterior. Se espera que siga en aumento en los próximos años según expectativas del gremio, que espera volver a exportar la fibra para 2025.
“Los agricultores colombianos siguen apostando más y más por la tecnología, y es porque experimentan las ventajas de tenerla en sus cultivos. El país se hace cada vez más competitivo gracias a su sólido marco regulatorio para las tecnologías de mejoramiento de cultivos con biotecnología, aspecto en el que es líder junto a Argentina y Brasil”, aseguró Uscátegui.
El maíz, principal cultivo transgénico en Colombia
En 2021, todos los 22 departamentos adoptantes sembraron maíz genéticamente modificado sumando 142.975 hectáreas, manteniendo la tendencia de crecimiento en el país.
Este aumento del 31% da cuenta de una demanda creciente por el maíz nacional debido a la dramática subida del maíz importado que trajo la crisis de contenedores ocasionada por la pandemia. Al mismo tiempo, cada vez más agricultores toman la decisión de usar semilla transgénica en sus siembras para evitar pérdidas y reducir los costos de producción por hectárea, obteniendo así mayores rendimientos para mayor competitividad.
En número de hectáreas, el nuevo líder es el Meta con 52.134, superando al Tolima que le sigue con 36.825 y Córdoba con 16.863 hectáreas. Sin embargo, el departamento con mayor aumento de hectáreas fue el Vichada con un porcentaje de crecimiento de 6.401%, pasando de 254 en 2020 a un total de 2.796 hectáreas de maíz genéticamente modificado en 2021. Otra gran sorpresa fue Bolívar, que pasó de 47 a 600 hectáreas en un año.
Otros departamentos como Arauca, Guaviare y Santander aumentaron sus hectáreas de maíz transgénico en más de 200%. El Huila, registraba para ese año, 2.265 hectáreas de maíz genéticamente modificado.
El algodón vuelve a despegar en el país
El sector algodonero ha experimentado un declive en los últimos años debido a diversos motivos de mercado y estímulo a productores. Aún así, desde hace dos años lucha por recuperarse a pesar de las dificultades.
En la actualidad, el 99% del algodón que se siembra en Colombia es transgénico. Esto se debe a la calidad de la fibra que da la semilla y al excelente control de plagas que incluye la tecnología gracias a la característica de resistencia a algunos insectos. En un sector en el que el color y longitud de la fibra cuentan, esta semilla se convierte en la preferida de los productores para asegurar mejor calidad y por ende mayor ganancia económica en cada cosecha.
En 2021, seis departamentos sembraron un total de 7.464 hectáreas de algodón genéticamente modificado, lo que representa un incremento del 55% con respecto a 2020.
Córdoba encabeza la lista con 2.365 hectáreas, seguido de Tolima con 2.088 y el Cesar con 1.207 hectáreas. El Huila sembró 632 hectáreas, y se cree que en este año hayan aumentado, debido a que muchos cultivadores de arroz, optaron por sembrar algodón.
El sector ha trazado planes para seguir aumentando su producción y espera que Colombia vuelva a exportar fibra para 2025.
Colombia se mantiene al día con la biotecnología
El país ha construido un robusto marco regulatorio de la mano de la innovación científica para la investigación, evaluación y aprobación de cultivos biotecnológicos.
Mientras otros países de la región Andina como Perú, Ecuador y Venezuela, se han quedado estancados en viejos debates sobre la seguridad de las semillas transgénicas que no tienen vigencia hoy en día, Colombia le ha abierto las puertas a la biotecnología agrícola y ha experimentado las ventajas en competitividad, rendimiento y beneficios ambientales que estas semillas ofrecen.
Sin embargo, aún está lejos de ser un gran productor de transgénicos. En Sudamérica, países como Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay siembran cultivos transgénicos en millones de hectáreas al año.
Así mismo, el interés de centros de investigación locales (tanto públicos como privados) por crear sus propios desarrollos va en aumento. Sólo en los últimos dos años, Argentina aprobó la siembra de un trigo y una soya transgénica tolerantes a sequías desarrollado en el país, y Brasil desarrolló un fríjol y caña de azúcar transgénico resistente a plagas, siendo ambos cultivos de importancia en el país.
“Esperamos que Colombia sea uno de los países latinos que logra llevar sus investigaciones a campo, tal como ha sucedido en otras naciones. Para esto es primordial que el marco regulatorio se mantenga al día con el desarrollo científico, que nuestros investigadores cuenten con la financiación necesaria para que sus desarrollos solucionen problemas locales, y que haya voluntad política para apoyar y promover la ciencia y la tecnología como pilar fundamental para el desarrollo de una agricultura competitiva y sostenible en Colombia”, cerró Uscátegui.