DIARIO DEL HUILA, ESPECIAL
Por: Hernán Galindo
Fotos: Tatiana Ramírez
Contexto histórico
Neiva fue fundada una sola vez, el 24 de mayo de 1612, hace claridad el historiador Reynel Salas, quien da luces en torno a la ciudad y su evolución, desde su fundación hasta estos días convulsionados que la mantienen sitiada y viviendo una de las crisis sociales y económicas, más difíciles de los últimos tiempos.
“En el pasado hubo intentos que no eran Neiva, una cosa es que llevaran el nombre. El primero, una especie de estación militar que tenía como fin vigilar el tránsito de españoles hacia el sur, con el propósito de defender las conquistas de Sebastián de Belalcázar”, dice.
“El segundo, San Juan de Neiva, ofrecía a los pocos viajeros un lugar en donde descansar, cambiar de bestias, reposar, adquirir los bienes o las provisiones para continuar el viaje entre Santa Fe y Popayán”, indicó.
“La funda Diego de Ospina y Medinilla, atendiendo una solicitud del ayuntamiento de Santa Fe de Bogotá, que al conocer que en la parte alta del río Saldaña había unas minas de oro y deciden explotarlas”, relata.
“Diego de Ospina se ofrece a explotarlas y monta toda la logística, traer esclavos e indígenas. Le ponen unos requisitos. Una establecer una línea por el río entre Neiva y Honda, que era el puerto por donde llegaban todos los productos que venían de España”.
“Un requisito que le ponen es establecer una comunicación a través del río Magdalena. Diego de Ospina establece una línea con esclavos hábiles para manejo del agua, para ir y venir desde Honda. La segunda condición es una producción de determinada cantidad de oro”, expresó Salas.
“Él, a su vez, pide localizar un pueblo para desde allí establecer la explotación de oro, para abastecer a quienes realizan la explotación en la parte alta del río Saldaña, en lo que hoy es Ataco y ese sitio es Neiva”, agrega el historiador.
“Diego de Ospina desarrolla unas actividades agrícolas; siembra caña y maíz para garantizar comida y aguardiente para los trabajadores de las minas. El proyecto era positivo y se le designa como gobernador en ese sector del territorio del Alto Magdalena, provincia de Neiva desde Saldaña hasta el Macizo Colombiano”, continúa en su relato.
“Juan de Borja, presidente de la Real Audiencia, había logrado la conquista total de los pijaos y en eso se destacó Diego de Ospina, ese vencer significó tierra arrasada, los atacó con el propósito de vencerlos por hambre, los pocos sobrevivientes se van a la montaña”, agrega.
“Él pide también unas cosas; había ganado silvestre y a sus dueños les tocó huir por los problemas con los indígenas, pidió sacar un número de reses para alimentar a sus trabajadores y al tiempo vender otras para financiar los trabajos”, expresó.
“Una de las características de la ciudad es que no se funda, para que la gente viva tranquila y plácidamente sino como lugar de paso, de transición hacia otras zonas, lugar desde donde se emprenden procesos de desarrollo económico. La ciudad se comienza a poblar a mediados del siglo XVIII”, indicó Salas.
“A partir del siglo XVIII la ciudad comienza a estabilizarse y llega a su punto de desarrollo a mediados del siglo XIX, la ciudad se convierte en capital de la provincia del estado soberano del Tolima. Había más riqueza, era punto de llegada de toda la quina y caucho, que se producían en el sur del actual Huila y el departamento del Caquetá. Una vez más la ciudad, crece por situaciones o circunstancias que se dan por fuera de ella”, refiere.
“A mediados de los años treinta, Neiva es punto de llegada de quienes tienen que huir de sus campos y de sus pueblos desde 1938 – 1940 hasta la última década. La gente llega aquí como ciudad, lugar de refugio”, comentó.
“Diferente a Popayán o Santa Fe de Bogotá que se desarrollan por ser centro del poder político o económico y Neiva crece por circunstancias que se dan por fuera de ella. El momento actual se debe a la ola de migraciones que ha habido desde las olas de violencia que se han dado desde ese entonces”, señaló Reinel Salas.
La ciudad, apenas está construyendo su identidad, con la variada población que llega como migrantes de todos los propósitos. Es una ciudad receptora de migrantes que, poco a poco, se consolida para ofrecer servicios a sus habitantes y a los habitantes de la región.
La celebración de los 409 años de la ciudad
En el Parque de la Música ‘Jorge Villamil Cordovez’ y cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad, la Administración Municipal dio inicio a la celebración de los 409 años de Neiva.
En un evento que los neivanos pudieron seguir por medio de las redes sociales de la Alcaldía de Neiva, el secretario de Gobierno Faiver Hoyos Hernández, fue el encargado de dar apertura a este evento.
“Seguramente en otras circunstancias estaríamos con bombos y platillos, un aniversario más de la fundación de Neiva. Estaríamos recordando nombres como Diego de Ospina, cómo fueron nuestros inicios, y nuestro crecimiento y desarrollo a lo largo de estos cuatro siglos, pero nos tocó conmemorar esta fecha en medio de una realidad distinta y no podemos ser ajenos a ella, ni podemos perder la empatía, ni tampoco desconocer lo que está en juego”.
El funcionario cerró su intervención afirmando que “son tiempos difíciles y lo que viene es aún más duro. Algunos empezarán de cero, otros se reconstruirán, pero estoy seguro que entre todos nos ayudaremos para superar estas dificultades. Felicidades a ustedes y feliz cumpleaños a nuestra amada Neiva”, concluyó.
En la celebración de los 409 años de la ciudad, diferentes muestras folclóricas engalanaron la noche. Además, el alcalde Gorky Muñoz Calderón premió con la distinción ‘Diego de Ospina y Medinilla’, a cinco personas que a través de su empeño y liderazgo se esfuerzan por ayudar a diferentes ciudadanos, sin importar estrato ni clase social.
Las distinciones
Mediante los decretos 0342, 0343, 0344, 0345 y 0346, el alcalde exaltó con la distinción ‘Diego de Ospina y Medinilla’ a Rosa del Pilar López, fundadora de la Escuela de Salud San Pedro Claver, Clara Inés Solano de Roa, constituyó la Fundación Amigos como Arroz hace 14 años, Nidia Yolanda Rivera, directora artística de la Asociación Cultural Atenea, fundada hace 20 años, Álvaro Medina Ramírez, profesor de baloncesto hace más de 50 años y Valeria García Trujillo, pionera en el municipio de Neiva con su panadería ‘Cayena, Pan, Café’.