Por: Amadeo González Triviño
En una tertulia prometida con ocasión de su reciente viaje a la capital de la República Argentina, efectuada antes de la posesión del presidente Milei, -por la crisis social y económica que le está valiendo toda clase de protestas populares y de inconformidad por sus proyectos después de su posesión- nos dimos cita con don Guillermo Cruz, un viejo amigo para sentir la sensación de su visita y de sus apreciaciones sobre lo que nos espera en éste 2024 con la posesión de muchos alcaldes, entre ellos el de la capital de la república: Santafé de Bogotá D. C.
Su primer lamento en esta tertulia de la vida, fue dolerse porque todo parece indicar que los alcaldes de la capital, nunca han conocido y nunca se han preocupado por establecer cuál es la importancia y la trascendencia de tomar como punto de partida algunas características de civilidad y desarrollo de una ciudad capital, de cualquier otro país, para trasladarla o hacerle efectiva en la nuestra, ya que es lamentable que después de 42 años de vivir en esta ciudad, viviendo el drama de la inseguridad y del abandono total del ciudadano, pudo conocer la realidad de otros países y especialmente compararlo con otras capitales que ya había recorrido, de mundos diametralmente opuestos en el trato y el respeto por el ciudadano, como el que encontró en aquella ciudad.
Empezó por destacarnos el elemento primordial de todo lugar como lo es la movilidad, la organización en el transporte que se ofrece con un servicio de metro que lleva más de cien años de funcionamiento y fue el primero en Latinoamérica, aunado a un servicio público de transporte de pasajeros que en nada se equipara con las latas de sardinas que representan el Transmilenio en los actuales momentos en Colombia, y el ordenado servicio de transporte de taxis y de un tren con estaciones y con atenciones que superan cualquier expectativa de sus usuarios, amén del estado de las vías, por la forma como parecen tapetes por donde se deslizan los habitantes de un país de las maravillas que se ve en las películas y no, unas vías caóticas, llenas de huecos y baches y reparcheos toscos y absurdos que se financian por la vigencia de peajes internos cuyos recursos no tienen ese infortunio del manejo oscuro de las inversiones de los recursos económicos como el que se vive en todas las calles y avenidas de Colombia, lideradas especialmente por los políticos de turno y la fila de contratistas que todo lo malversan y lo vuelven inútil.
Adicionalmente a todo lo anterior, destacó, el amigo Guillermo, la forma de ser de sus habitantes, personas serviciales, atentas, agradecidas por la presencia en cuanto recinto se encontrara y una gentileza que se corresponde con esa forma del gaucho de darse a querer, sin importar quién es el interlocutor, y sobre todo, en el respeto al peatón cuando de ocupar las vías públicas se trata, como asemejándose al trato que se recibe en la Europa continental, ausente por completo de la forma como los colombianos, le echan el carro al peatón, lo atropellan o lo insultan.
Después de un largo conversatorio, nos ocupamos de pregonar la vida cultural y la forma de organización de sendas librerías hermosamente diseñadas, donde el ambiente de esparcimiento y de búsqueda de libros, se vive en una feria permanente. Es interesante descubrir toda variedad de textos, desde los académicos, filosóficos y de literatura a granel, en una constante donde la atención es prioritaria para el visitante, y se puede codear en ciertos momentos de tertulias esporádicas que se dan entre los presentes como lectores que recomiendan a granel obras de escritores del momento o de reconocidos autores por todos comentados, y además por cuanto son galerías inmensas donde se encuentran sendos sectores para la lectura, para la escucha de programas de difusión poética, literaria y de teatros, actos musicales y toda una gama de lo que significa el ambiente cultural de Buenos Aires, una verdadera Atenas suramericana de la cultura. En una de aquellas librerías, según sus propias palabras, una de las más hermosas del mundo, como lo es la Librería y Editorial El Ateneo, se detuvo para adquirir una importante antología editada en septiembre del presente año 2023, sobre el Cuento Clásico Argentino, con una selección de más de 25 escritores exquisitos de esas tierras, que no dejo de elogiar y de saborear en mis momentos de lectura y relectura en estos días navideños.
Entre las posibilidades de visitar museos o de participar de eventos culturales, dado quizá el advenimiento del verano, al igual que los sitios o lugares de turismo para el descanso o para los viajeros de ocasión, todas las programaciones estaban agotadas hasta el mes de marzo del año próximo, con lo cual, resaltaba la organización y programación recreativa, cultural y social de esta ciudad.
Si el alguna época había pensado en las vías peatonales, me advertía el respeto y la forma de organización sobre grande sectores urbanos dedicados al peatón, donde con ejemplo de mecanismos de atención, se encuentran instaladas en las vías sitios especiales para los clientes, y recibir una ración de mate o de café o un vino -a decir verdad es hermoso ver góndolas completas en los supermercados que ofrecen vinos para todos los mercados y para todos los gustos, en un ir y venir de sensaciones diversas y de alta exquisitez que a muchos “nos deleitan”- o poder congraciarse con un coctel para pasar la tarde observando y escuchando tango o música de la vieja guardia o de las jóvenes generaciones en sectores especialmente diseñados para ello.
Hoy, después de este largo conversatorio, evoco que este no podía dejar de lado el tema deportivo, donde hay cerca de diez clubes de futbol y de otras actividades recreativas que se dan cita en los equipos conocidos por todos, desde Boca hasta el River entre otros y la forma como existe un endiosamiento maradoniano, siendo el símbolo de lo divino y de lo infernal, todo lo cual se suma en un solo recuerdo, en un solo ídolo, que sin desconocer la importancia de Messí, hay uno solo, que es modelo, ejemplo, tradición y leyenda: Maradona, a quien llaman, el inmortal.
Finalmente no podía dejar de mencionar a la mujer argentina, la suavidad de su voz que contrasta con el rustico lenguaje del argentino, hace sonrojar a más de uno, por la ternura de su acento, y compartir esa posibilidad de vivir una vida nocturna, para observar y descubrir a los veteranos y veteranas en altas horas de la noche, o aún de las madrugadas disfrutando su pizza o medias lunas -pequeños corissants- en las mesas instaladas en las aceras de las calles principales, donde se congregan todos los paseantes y viajeros de la noche y de la vida. O contar quizá con el acompañamiento de una hermosa mujer joven, bonita, super atenta, que conforman ese grupo llamado Policía de la ciudad, que buscan prever el delito y acompañar a los ciudadanos en la búsqueda de espacios para compartir con seguridad.
Que triste escuchar de un colombiano, por el dolor de patria que sentimos, que, siendo Bogotá, la puerta de entrada de Suramérica, tenga tantas cosas hermosas y transparentes, que no se asemejan en lo más mínimo a ese sueño de ser modelo de desarrollo, de hospitalidad, de ciudadanía entre nosotros mismos, y por ende, para los turistas o extranjeros que nos visitan de ocasión.