Adwar Casallas
El presidente número 46 de los Estados Unidos Joe Biden comenzó dando cumplimiento a sus promesas de campaña, promesas que convencieron a más de 80 millones de personas quienes votaron por él y que le dieron la victoria hacia la presidencia. No había transcurrido más de 1 hora de haber entrado en la Casa Blanca cuando ya el nuevo presidente había firmado sus tres primeras órdenes ejecutivas de las 17 que firmó en total en su primer día. Las nuevas órdenes ejecutivas que se destacan son: el Congelamiento de Pagos de los créditos estudiantiles, el Compromiso Ético donde los empleados del poder ejecutivo no deberán tener conflicto de interés personal en cualquier proyecto o negociación del gobierno, el regreso al Acuerdo Climático de París, la cancelación del oleoducto de Keystone XL (proyecto energético entre Canadá y USA que se convirtió como símbolo de lucha contra la crisis del
cambio climático) y, uno en particular, la orden donde se suspenden las licitaciones y permisos para la exploración y extracción de hidrocarburos no convencionales mediante tecnología fracking en aguas y tierras federales, uno bastante polémico que sin duda será una batuta para las campañas presidenciales en Colombia.
Siguiendo los pasos de algunos de sus predecesores, Biden al firmar la orden ejecutiva del Compromiso Ético, exige a todos los empleados que trabajarán en su administración para que restauren y mantengan la confianza en el gobierno y evitar así, entre tantos objetivos, las llamadas “aprobaciones flash de medianoche o madrugada” donde se reduce la oportunidad para que el público o las empresas puedan revisar dichas normas, Como originalidad, varias campañas presidenciales en Colombia tomarán como referencia este discurso político propio de Biden, desconociendo la verdadera realidad colombiana, pues numerosas promesas hemos recibido en el pasado pero que
muchas de ellas no se cumplieron y ni se cumplirán. ¿Volveremos a caer?
Debemos estar atentos a las promesas y discursos de campañas, porque ya ni las rúbricas en piezas de mármol serán suficientes para creerles a los candidatos, donde las mentiras y las falsas noticias podrían dividir más al país, un país que ya tiene suficientes diferencias políticas y con dirigentes que quieren confundir aún más al pueblo colombiano que busca tan sólo una esperanza económica, social, de justicia, de equidad. Que las promesas no sean solo promesas.
