Hasta hace quince días nadie tenía en sus cálculos políticos que la Corte Constitucional le diera vía libre al Consejo Nacional Electoral para devolverle la Personería Jurídica al movimiento del inmolado dirigente conservador y ex designado a la presidencia de la república Dr Álvaro Gómez Hurtado. Todos los cómputos apuntaban a que nuestro partido tenía asegurados los 20 escaños en el senado de la república, creo que se perderán varios cupos por la ausencia de Álvaro Uribe en la cabeza de la lista, del ofrecimiento, incomprensible, a Miguel Uribe Turbay de darle el primer renglón y, de la entrada al debate del movimiento de Salvación Nacional, por lo que, el partido deberá barajar y volver a repartir los cupos en el senado, igual que para la cámara de representantes. Para mí era claro que los amigos del fundador de Salvación Nacional, ante su ausencia permanente, hubieran optado por identificarse con las ideas del expresidente Álvaro Uribe Vélez y, en ese sentido lo acompañaron los últimos 20 años. Ahora Salvación Nacional tendrá listas con candidatos propios y esa realidad hay que tenerla en cuenta. Por consiguiente, hay que arreciar la campaña en donde se tienen votos ya contabilizados y cubrir el espacio que los otros han dejado.
En el caso de la presidencia, pienso que la campaña del Dr Oscar Iván Zuluaga debe estar, diligentemente, adelantado los contactos con los líderes de ese partido, cercano a las ideas de nuestro jefe, para garantizar que sus fuerzas permanezcan a nuestro lado para la elección presidencial.
Tengo que confesarles que personalmente he estado preocupado por lo que está sucediendo al interior de nuestro partido. Las bases se encuentran molestas por las constantes equivocaciones en que se ha incurrido, desde que se proclamó como candidato único al señor Juan Manuel Santos, campeón en felonías y traiciones; tampoco estamos satisfechos con el manejo político que Iván Duque le ha dado el gobierno, pues existen reparos fundados por la exclusión y la soberbia que le ha imprimido a su gobierno. La gente se queja de que, en este gobierno, son más notorios los errores que los aciertos y, últimamente por su baja aceptación, de apenas el 22%, se evidencia un enorme malestar que vimos reflejado en las encuestas que afectan directamente al candidato del centro democrático. Mi recomendación es que la campaña de Oscar Iván Zuluaga debe desmarcarse del gobierno y de sus áulicos si quiere avanzar en la opinión pública y, acercarse mucho más a Álvaro Uribe. Algunos pocos creen que Uribe está acabado políticamente, pero se equivocan de cabo a rabo, ya que muchísimos colombianos pensamos lo contrario. Han sido tantos y tan repetidos los vejámenes que ha sufrido el presidente Uribe que veremos, sin duda, al final de la campaña, un aluvión de votos que respaldarán al Dr. Oscar Iván Zuluaga, reparando todo el daño que han pretendido hacerle al jefe Uribe, y de nuevo lo llevaremos a la victoria. Hemos ganado en los últimos 20 años y volveremos a triunfar.
A pesar, inclusive de que, desde el ejecutivo se han encargado, de mostrar un hipotético distanciamiento entre lo que ellos llaman Duquismo contra el Uribismo, al punto de que, los mayores serviles y lacayos del gobierno, que en el inmediato pasado hicieron parte de los corifeos de Uribe, han salido corriendo y serán los primeros en abandonar la nave del partido, De ahí Dr Zuluaga que, a aquellos debe tenerles profunda desconfianza. Lo sufrimos en el Huila en la anterior contienda para la gobernación, cuando los patrocinadores de la candidatura del Dr Manuel Macías “periclitaron” cuando se vieron en afujías de votos y terminaron, leoninamente, negociando con el candidato liberal.
El Dr Zuluaga tendrá que resolver esta crisis interna y apartarse de los responsables de la debacle que nos amenaza. A su candidatura hay que blindarla de toda suerte de peligros y de perfidias.