Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa
Los “opitas” nos hemos caracterizado por ser conformistas, exageradamente nobles, de pésima memoria y hasta pendejos; por eso políticos y avivatos han hecho con el departamento lo que se les ha venido en gana; pareciera que no corriera sangre por sus venas, ni vergüenza por su cara. Ellos tienen claro que de un alboroto de más de quince días no pasa, luego todo se diluye y se olvida y las cosas siguen como si nada.
Luego de la renuncia de quien fuera por cerca de veintitrés años presidente ejecutivo de la Cámara del Comercio del Huila, tiempo en el que la entidad cameral creció, brilló, se vinculó a los diferentes procesos de este territorio y coadyuvó al desarrollo económico regional; en una jugada poco transparente a los ojos de la ciudadanía y el empresariado en general, tras una junta extraordinaria, fue elegida Lina Marcela Carrera, como nueva presidenta ejecutiva de la mencionada entidad.
A comienzo del pasado mes de agosto, tras una acción interpuesta, el Juzgado Primero Civil del Circuito de Neiva decidió suspender provisionalmente a dicha funcionaria, no obstante, tras una eficiente gestión jurídica y de elegante lobby, el mencionado despacho judicial reversó la suspensión provisional que había decretado en contra de este nombramiento. Según entiendo y así informaron importantes medios de comunicación regional, la decisión la tomó el juez en respuesta a un recurso de reposición y en subsidio de apelación que había interpuesto la CCH.
A mi en realidad me parece genial, que una dama, una profesional destacada, una persona de provincia, de extracción humilde, inteligente, competente, que se ha superado y hoy brilla gracias a su formación académica y desarrollo laboral, llegue a este tipo de cargos, eso es absolutamente plausible; lo que no me agrada es que a estos procesos se les meta la mano y se llegue a ellos tras triquiñuelas u volteretas, eso no me parece correcto, eso genera dudas.
Ante estas preguntas que me asaltan, acudí al derecho fundamental que la Carta Magna me otorga en su artículo 23 y solicité a la Cámara de Comercio del Huila, copia de los estatutos actualizados, de los reglamentos aprobados y establecidos en esta agremiación, del documento en el que reposan los lineamientos a tener en cuenta para elegir a un presidente ejecutivo de esta entidad, el tiempo de duración de cada periodo y otra información relevante que me podría aclarar algunos interrogantes.
Por ahora estoy a la espera de la respuesta a la solicitud que muy respetuosamente emití a la Cámara de Comercio, para poder dar inicio a una serie de consultas de tipo jurídico, tratando de profundizar en el tema y aclarar esas incógnitas que seguramente muchos huilenses y empresarios tienen.
Como seguramente se tomarán el tiempo que otorga la misma Constitución Política para dar respuesta a las solicitudes efectuadas, no podré hablarles de esto en la próxima columna de opinión, no obstante, avanzaré en mis averiguaciones al respecto y les contaré en qué voy.
Deseo aclarar que esto no es un tema personal en contra de Lina Marcela Carrera, ni de la Junta Directiva a la cual pertenecí en el pasado y mucho menos en contra de la Cámara de Comercio del Huila, entidad a la que aprecio y valoro mucho, este es un asunto de interés ciudadano y como columnista de opinión trataré de conseguir todas las respuestas.