¿Dio papaya?
Las críticas a la campaña para combatir la inseguridad en Neiva donde se pide a la ciudadanía “No dar papaya”, no se han hecho esperar. No sé realmente si se mostró una parte de la estrategia para ver reacciones y de inmediato se retiró o si sigue vigente. No tengo idea quién diseñó la estrategia publicitaria, pero no me parece tan descabellada y espero no la hayan echado para atrás. Logró un objetivo que siempre se busca en la publicidad que fue causar impacto y poner a la gente a hablar del tema en cuestión. Claro que este llamado debe ir acompañado de muchas otras acciones necesarias para atacar la inseguridad que azota la ciudad. He visto que las autoridades están despertando ante la ola de atracos. El alcalde acaba de anunciar el fortalecimiento del Comando Estratégico de Respuesta Conjunta contra la Criminalidad – CERCO, cuyo objetivo es combatir los hurtos y la criminalidad en la capital del Huila. Estará integrado por Ejército, Policía, Fiscalía y Secretaría de Movilidad. También la ciudadanía se puede involucrar brindando información que ayude a ubicar a los delincuentes para que sean judicializados y no sigan haciendo de las suyas. Pienso que es mucho lo que podemos hacer. No dar papaya por ejemplo colocando objetos de valor en lugar visible en los autos. No dar papaya saliendo del Banco con cantidades de dinero en efectivo sin pedir apoyo policial. No dar papaya dejando nuestras casas inseguras. No dar papaya exhibiendo joyas en nuestro cuerpo. No dar papaya andando a altas horas de la noche por sitios peligrosos. No dar papaya dejando ir a nuestros hijos menores de edad a cualquier lugar sin la compañía de una persona responsable. Yo creo que en el fondo de nuestro corazón muchos pensamos que el llamado tiene su razón de ser, así algunos se burlen de la creatividad del publicista. Da grima, como se dice en el argot popular, ver personas con grandes bolsos de marca llenos de cosas, terciados al hombro, por calles donde un “raponero” puede hacer de las suyas. La pobreza no es disculpa para robar ni exime a nadie de respetar lo ajeno. Pero nos pone a pensar en la dura situación de muchos ciudadanos por falta de oportunidades laborales. Por eso debemos tener cuidado y no dar papaya.