Nuestro café
No me canso de aclamar la maravillosa iniciativa del gobierno departamental del Huila, de realizar en Neiva la 1ª Feria Internacional de Café, Cacao y Muestra de Agroturismo, cuya gerencia fue asumida por Leonardo Sanmiguel Benavides. Este joven creció metido en el tema del café. Su padre Saúl Sanmiguel Ortiz, recientemente fallecido por el maldito Covid 19, fue durante 30 años líder del sector y llevó de la mano a su hijo enseñándole los secretos del grano. Lo paseó por las ferias internacionales de mayor prestigio, donde Leonardo aprendió lo que hoy está aplicando en su empresa familiar exportadora y en la organización del importante evento. Estábamos en mora de impactar en algo tan importante como estas tres fortalezas del Huila, hoy en muy buen nivel gracias a la persistencia de nuestros productores que se mantuvieron firmes en los momentos más difíciles. El café, por ejemplo, en el que somos primeros productores nacionales del estándar y del grano especial, y primeros exportadores, está viviendo los gloriosos. La carga se está vendiendo en un millón ochocientos mil pesos, cifra impensada cuando lo máximo alcanzado había sido ochocientos mil pesos por la misma cantidad. Aquí cabe resaltar el esfuerzo de mucha gente, entre otros la familia Villamil Ortega, Roberto Durán Alvira, Luis Carlos Macías, Floro Azuero, Rigoberto Ciceri y demás presidentes y directores del comité de cafeteros del Huila, incluido el actual Jorge Enrique Montenegro. Tampoco podemos dejar de exaltar la labor de la familia Ocampo Ospina, que trajeron al Huila una caficultura moderna, tecnificada y competitiva, a mediados de 1960. La implementaron en su hacienda “La Cristalina” de Gigante. De Pereira vinieron las primeras 20 mil chapolas de café Caturra, que sembraron los Ocampo Ospina en la vereda Tres Esquinas, para reemplazar la variedad Típica que ocupaba mucho espacio. Su experiencia permitió aumentar la producción con un árbol de menor tamaño, más fácil para recoger la cosecha, con más granos y mejor calidad en taza. La asociatividad, la institucionalidad, los buenos dirigentes y sobre todo el gran trabajo de nuestros pequeños productores han sido los bastiones para que cada día mejore la calidad del grano huilense.
