Por: Margarita Suárez
Shakira, la artista colombiana que más alto ha llegado profesionalmente en su carrera como cantante, vive momentos desesperados. Por un lado, ver en fotos de prensa a su amado Gerard besuqueándose en público con una camarera de 23 años, por la que cambió a la madre de sus hijos, debe ser frustrante.
De otro lado, las redes sociales dándole crédito a un loquito que dice ser hijo de Shakira con el actor Santiago Alarcón, a quien la cantante ni siquiera conoce. Alarcón es pareja de Cecilia “Chichila” Navia, quien nació en Pitalito y vivió su niñez en Garzón junto a su madre Lucila Navia.
Su tía materna Toni Navia, quien fuera Señorita Huila, la ayudó a incursionar en el mundo de la televisión desde muy pequeña, en programas que Toni dirigía, como “Pequeños Gigantes” y “Oki Doki”. Al mal momento de Shakira hay que agregarle la tensión por la salud de su padre, William Mebarack, de 91 años.
Este hombre es la adoración de la artista barranquillera, a pesar de que en un comienzo no fue tan especial con ella y su madre. Uno de los biógrafos de Shakira, cuenta que la artista nació de una relación extramatrimonial de su padre. William estaba casado, tenía ocho hijos con su esposa Lucila Otero y se resistía a reconocer públicamente a la niña, quien soportó los primeros años de su vida ocultando la identidad de su progenitor. Dicen que, como buen turco, William se unió a la madre de Shakira, Nidia Ripoll, cuando él entró en bancarrota y su precoz hija empezó a producir billete.
Con cuatro años, Shakira escribía poemas y con ocho hizo su primera canción. Después llegaron los concursos televisivos y el primer contrato discográfico, con tan solo 13 años. Edgar García Ochoa “Flash” afirma que llevaba a Shakira como espectáculo principal en las fiestas de quinceañeras en Barranquilla cuando era una niñita de diez años. Ahora la tragedia de Shakira es la apertura del juicio oral en España, por seis delitos fiscales. La Fiscalía pide ocho años de cárcel y una multa de 23,8 millones de euros, por defraudar al fisco en 14,5 millones de euros. Shakira resarció el daño pagando lo adeudado, lo cual juega a su favor, pero este gestó solo es un atenuante para reducirle la pena, pero no la salva del todo. Tremendo lío.