El escritor, filósofo y político británico Edmund Burke expresó la sentencia “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”, frase que ha sido replicada muchas veces en cantidad de lugares y momentos, aunque reine la popular expresión callejera “el que se queme que sople”.
Mientras fui gerente de la Organización Radial Olímpica S.A. en la ciudad de Neiva, tuve la oportunidad de conocer gente muy especial, allí, junto al mejor director artístico de música tropical de los últimos tiempos Rito Antonio Polo, hicimos un magnífico equipo de trabajo, consiguiendo importantes, satisfactorios e inolvidables logros empresariales, artísticos y sociales.
Para el desarrollo de un sinnúmero indeterminado de eventos que se hicieron durante los cerca de once años que estuve liderando esta casa radial, siempre tuvimos que contar con el apoyo de la Policía Nacional, institución que nos brindó soporte siempre, sin otra contraprestación que nuestro agradecimiento; faltaría a la verdad si dijera que me hicieron alguna exigencia más que la de cumplir con la documentación requerida por la administración municipal.
Se desarrollaron hermosas campañas sociales de la mano de la institución policial como la denominada “Regala un juguete nuevo o usado para un niño necesitado” la cual se hacía previo a la temporada navideña, en la que se recaudaban miles de obsequios que eran cuidadosamente organizados y reparados por patrulleros bachilleres, si era necesario.
Se hicieron conciertos en todas las comunas de la ciudad, una y otra vez, con la alegría inigualable de Rito Antonio y su famoso staff de artistas, quienes llevaban una gran descarga de júbilo, de la cual se contagiaba toda la comunidad, siempre con la protección de las fuerzas del orden, quienes estaban allí custodiando cada evento, asegurándose de que no pasara algo indeseado.
Se entregaron sillas de ruedas y se llevaron mercados constantemente a quienes lo necesitaron, sin hacer tanta alharaca, como lo escribiera el Evangelista San Mateo en el capítulo 6, versículo 3: “No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace la derecha”.
Todo esto no es para quemar voladores diciendo lo que se hizo o se ha hecho, sino para contarles que Orlando Franco Herrera, víctima de la delincuencia urbana que azota la capital del departamento del Huila, siempre estuvo presto a colaborar en cada actividad, como servidor público adscrito al comando de Policía Metropolitana, antes comando de Policía del Huila.
Franco Herrera era Subcomisario de la Policía; tengo entendido que ya se había retirado y gozaba de su pensión junto a su familia, algo justo y merecido, después de haber prestado ejemplarmente un servicio a la patria. Pero además era un excelente músico, por ello era parte de agrupaciones musicales que tenía la institución, con las cuales participaba en eventos, siempre con disposición, sonriente como mostrando buena voluntad en lo que hacía, diligente para ayudar a resolver cualquier inconveniente, atento, honesto y comprometido.
Estoy seguro que no solamente a Rito y a mí, nos tiene que doler este abominable crimen, sino a todos los que lo conocieron, porque en realidad era un servidor social digno de resaltar. Paz en la tumba de otra víctima más de la violencia y delincuencia, que nos tiene acorralados.
Adenda:
Los accidentes de tránsito también están generando profunda tristeza a muchos hogares de la Capital Opita ¿Qué será lo que está pasando?