Carlos Yepes A.
cyepes@hotmail
He venido escuchando que mañana 20 de julio, fecha en la que se posesiona el nuevo congreso de la república, la bancada del nuevo gobierno va a radicar un proyecto de ley que pretende darle un vuelco al sector rural.
Innegable que será el inicio del pago de una deuda histórica con el sector rural, el campesino en Colombia ha venido siendo engañado por décadas. Campaña tras campaña le han venido prometiendo al campo un papel protagónico en los planes de desarrollo sin que esto se haya cumplido por parte de los últimos gobiernos.
La coyuntura actual que atraviesa el mundo donde el cambio climático está prendiendo las alarmas acerca de un problema que se nos vino encima a pesar de haberlo avizorado desde décadas, como lo es la seguridad alimentaria, valida plenamente la urgente necesidad de que cualquier nuevo gobierno piense en éste como el principal problema a resolver.
El Huila tiene una oportunidad aplazada desde el año 1989 cuando el HIMAT contrató con el CPT (Consultoría de Proyectos Técnicos), el estudio de factibilidad del proyecto de riego Hobo-Campoalegre-Rivera, para habilitar 30 mil hectáreas e incluirlas en la frontera agrícola del departamento. Pasaron 15 años hasta que en el 2004 por iniciativa de Juan Cárdenas la gobernación contrató con la Universidad Nacional una actualización del estudio realizado en 1989. Hoy el proyecto sigue en los anaqueles de la Gobernación.
Actualmente el Huila clama por un macroproyecto agropecuario y las bondades de este distrito invitan a que se mire nuevamente hacia este proyecto de riego que incluso hoy, tiene dos bondades adicionales como lo son garantizarle a Neiva el suministro de agua -hasta que el Río Magdalena lo permita- y eliminarle el bombeo eléctrico que vale cerca de cinco mil millones año al distrito de riego del Juncal que quedaría habilitado por gravedad. Existe también la iniciativa por parte del Ingeniero Jaime Vanegas, cabeza de este proyecto y quien posee la experiencia internacional más completa al respecto, de incluir la zona de Neiva – Villavieja dentro del mismo.
El Huila debe reclamar ante el nuevo gobierno obras de envergadura y de proyección, la coyuntura ratificada por parte de la FAO y organismos internacionales demuestra con sobrada razón que la actual crisis alimentaria que crece cada día más, es una justificación más para adelantar este proyecto.