En el marco del Día Mundial del Corazón, el cual se conmemora mañana domingo 29 de septiembre, es clave concientizar a las personas acerca de la importancia en el cuidado de la salud con el fin de prevenir enfermedades cardiovasculares (ECV) las cuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son la principal causa de mortalidad, carga de la enfermedad y discapacidad en los países latinoamericanos. Consideramos que la salud es el mejor activo que tenemos los seres humanos. De nada sirve que durante el trasegar vital por este mundo poseamos grandes activos y riquezas, si no podemos disfrutarlos porque padecemos de alguna enfermedad que conduzca a la muerte. De acuerdo con las estadísticas que nos brindan los centros hospitalarios, el 46% de los adultos hipertensos, desconocen su condición. En Colombia, es frecuente detectar que muchas personas, no le ponen atención a su estado de salud, hasta que son victimas de un infarto o de alguna dificultad orgánica, que los puede llevar a la tumba.
Recientemente las estadísticas vitales publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las muertes registradas en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV), entre 2021 y 2023, aumentaron un 5 %, pasando de 4.661 fallecimientos a 4.958 en el año anterior. A nivel global, la presión arterial alta es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares, como la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares y la insuficiencia cardíaca. Las causas son: hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes, obesidad, colesterol elevado, falta de actividad física, alimentación no saludable, consumo excesivo de alcohol, estrés crónico y antecedentes familiares, que son entre otros, los factores detonantes para que se presenten fallecimientos por ataques cardiovasculares y cerebrales.
Debemos asumir comportamientos saludables y que son comportamientos fáciles que debemos implementar diariamente en nuestro trasegar por este complejo mundo, donde se están presentando muertes por la falta de tener una autodisciplina para minimizar los riesgos que conduzcan a prevenir estas fatales enfermedades. No hay que esperar que nos enfermemos. Debemos asumir estos roles saludables. Las personas que presenten antecedentes de estas enfermedades, debemos acudir a los centros hospitalarios, con el fin de identificar tempranamente dichos factores de riesgo, que pueden ser modificados temprana y oportunamente, porque nos puede salvar la vida. Así con esta atención primaria, se busca prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares en individuos en riesgo. En este contexto, las unidades primarias desempeñan un papel esencial al evaluar y controlar factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, la hiperlipidemia y la obesidad, además de brindar educación sobre cambios en el estilo de vida. Todo lo anterior, no tienen sesgos ideológicos, ni credos. Todos los individuos están expuestos, sino asumen las recomendaciones que nos brindan el personal médico. No hay que esperar que estemos enfermos. La prevención, ante todo. Este día nos invita a reflexionar.