Por: Mario Solano
Las ideologías son creencias que distorsionan la realidad, cada ideología proporciona una lente para que sus seguidores de la política, la economía y la sociedad vean solo una realidad. Sin embargo, el principal problema radica en que en esas estructuras mentales, se distorsiona nuestra percepción de la realidad, dificultando un entendimiento objetivo de que nos rodean, produciendo la famosa ceguera ideológica, esta ceguera puede limitar nuestra capacidad de ver matices y realidades complejas. Cuando nos adherimos fuertemente a una ideología, tendemos a ignorar o reinterpretar información que contradice nuestras creencias. Esto se manifiesta en debates sobre temas sociales, económicos y políticos, donde los argumentos se convierten en una batalla de narrativas más que en una búsqueda conjunta de la verdad. en el ámbito político, los partidarios de una ideología pueden desestimar datos empíricos que no se alinean con su perspectiva.
Un estudio sobre el impacto de la seguridad en la sociedad, puede ser rechazado si sus conclusiones no respaldan su visión. la ideología actúa como un filtro que selecciona información, favoreciendo la confirmación de creencias previas y desestimando cualquier evidencia contradictoria. Esa ideologización de la sociedad, que produce la ceguera ideológica es en gran parte, contribuyente de la polarización social que se vive en la mayoría de las sociedades. A medida que las personas se encierran en sus respectivas ideologías, se vuelve cada vez más difícil encontrar un terreno común.
Las diferencias se convierten en abismos insalvables. Este fenómeno se ve exacerbado por las redes sociales, donde los algoritmos diseñados para mostrar mas contenido que confirma las creencias existentes, creando «burbujas» informativas, generando un ambiente en el que los adherentes de una ideología vean a los que piensan diferente como enemigos. Este antagonismo puede llevar a la deshumanización del otro, donde las opiniones contrarias son descalificadas de manera personal en lugar de ser confrontadas en términos de argumentos racionales, ya que las ideologías son construcciones humanas y, por tanto, son inherentemente imperfectas.
Los problemas actuales, como el cambio climático, las crisis migratorias o las desigualdades sociales, demanda un análisis que vaya más allá de las ideológicas tradicionales. La realidad es multifacética. La búsqueda de la verdad no debería ser un juego en el que uno gana y el otro pierde, sino un esfuerzo conjunto por comprender mejor la complejidad del mundo.Las ideologías, pueden ser también obstáculos significativos para una comprensión profunda de la realidad. Fomentar el enfoque interdisciplinario es crucial para superar la ceguera ideológica.
