El frente ‘Ismael Ruiz’ de las disidencias de las FARC, que opera en las regiones de Huila y Tolima, emitió un comunicado en el que anuncia la suspensión de todas las acciones militares. Este acto se enmarca en el proceso de cese al fuego acordado entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor de las disidencias de las FARC.
Diario del Huila, Panorama
Las autoridades en el Huila ven con optimismo la decisión del frente ‘Ismael Ruiz’ de las FARC, con injerencia también en el Tolima, de unirse al cese al fuego de manera bilateral, tras las reuniones mantenidas con el Gobierno Nacional y el Estado Mayor de las disidencias de las FARC.
En un mensaje dirigido a la opinión pública, campesinos, indígenas y cimarrones de los departamentos del Huila y Tolima, el comandante Libardo González del frente ‘Ismael Ruiz’ de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), reafirmó su compromiso de acatar las directrices emanadas por el Estado Mayor Central, que establecen la suspensión de cualquier acción militar dirigida contra las fuerzas del Estado, incluyendo el Ejército y la Policía, hasta el próximo 8 de octubre. Este gesto se lleva a cabo como muestra de buena voluntad en busca de la paz, bajo la dirección del Estado Mayor del frente ‘Ismael Ruiz’, perteneciente al bloque occidental ‘Jacobo Arenas’.
Raúl Rivera, secretario de Gobierno del municipio de Neiva, ha destacado la importancia de abordar esta situación a nivel nacional, reconociendo que la zona rural de la ciudad de Neiva no está exenta de este desafío. La Administración Municipal ha asumido un compromiso firme de respaldar todas las iniciativas que promuevan la tranquilidad, la paz y la convivencia.
“El alcalde Gorky Muñoz ha sostenido reuniones con representantes del Comisionado de Paz en la ciudad de Bogotá, enfocándose en colaborar y facilitar cualquier avance en el proceso de diálogo que contribuya a restablecer la calma en la región. Además, se ha comprometido a desempeñar un papel activo como promotor de la paz y la convivencia, actuando como facilitador en este proceso crucial”.
En el contexto de este cese al fuego, las autoridades locales han hecho hincapié en la necesidad de garantizar la seguridad de la población civil. Es fundamental que los civiles queden al margen de los enfrentamientos y no se vean afectados por las circunstancias actuales. Se han realizado llamados reiterados para que la población civil no sea víctima de las tensiones y pueda vivir en un entorno seguro durante este período de cese de hostilidades.
Es importante recordar que el Gobierno Nacional está buscando establecer un marco de diálogo con la facción disidente más numerosa del país. Hasta el año 2023, esta facción cuenta con aproximadamente 3,480 personas, de las cuales 2,149 están armadas, y 1,331 forman parte de las redes de apoyo de este grupo. Además, es relevante destacar que esta disidencia tiene presencia en 22 departamentos y opera en 166 municipios, lo que subraya la extensión significativa de su influencia territorial.
En la reunión del pasado 2 de septiembre, ambas partes acordaron la definición de ocho misiones humanitarias que se llevarán a cabo en igual número de regiones del país, incluyendo Nariño, Norte de Santander, Antioquia, Arauca, Cauca, Huila, Putumayo y el sur de Bolívar.
Protección a la población civil
Según el diputado Armando Acuña, quien preside la Asamblea Departamental del Huila, «La verdad es que nosotros sentíamos que ese cese al fuego venía, no sé si de manera unilateral o bilateral. Aunque se han registrado incidentes aislados, en términos de enfrentamientos entre la insurgencia y las fuerzas de seguridad en el Huila, no parecía haber un fuego cruzado. Lo que la población civil ha señalado es que ha habido una disminución de las acciones por parte de la Fuerza Pública».
«Nos complace saber que se ha alcanzado un acuerdo para sentarse a la mesa de diálogo a partir del 8 de octubre. Esto nos alegra porque consideramos que la única vía para resolver el conflicto es a través del diálogo; no hay otra alternativa viable. Sin embargo, nuestra preocupación radica en el impacto que esto ha tenido en la población civil. Lo que pedimos es que el cese al fuego sea efectivo y que se eviten acciones dirigidas hacia la población civil. No sabemos exactamente cómo se abordará este tema, y esto es lo que más preocupa a los habitantes del Huila».
El diputado enfatiza la necesidad de que uno de los primeros temas a discutir en la mesa de diálogo sea la protección de la población civil. Existe confusión entre la población local, ya que no pueden distinguir claramente quiénes son los actores buenos y quiénes son los malos en este contexto, lo que los coloca en una situación dilemática.
Diego Tello, asesor de paz de la Gobernación del Huila, enfatizó la esperanza de que el cese unilateral anunciado por el Estado Mayor Central sea sostenible. «No es un secreto para nadie que el Huila ha sufrido las consecuencias de las acciones de este grupo», afirmó, subrayando la necesidad de un compromiso que vaya más allá. Tello exigió que se detengan todas las actividades que afectan a la población civil, como la extorsión y la presión sobre las comunidades, y que se aborden de manera prioritaria los temas relacionados con la construcción de la paz.
Este pronunciamiento plantea un nuevo horizonte de esperanza en una región que ha sido afectada por la violencia y la incertidumbre. El camino hacia la paz parece tomar un giro positivo, pero la comunidad local y las autoridades están atentas a cómo se desarrollarán los acontecimientos y a la manera en que este cese al fuego impactará en la población civil y en la estabilidad de la región.
