En medio de un operativo militar en zona rural de Neiva, se registró la muerte de alias Brayan, jefe de seguridad del líder del grupo armado organizado residual Frente Ismael Ruiz.
Este hecho ocurrió durante enfrentamientos sostenidos entre tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N.° 18, perteneciente al Comando Operativo de Consolidación y Estabilización Zeus de la Quinta División del Ejército Nacional, y una facción de dicho grupo armado.
El combate se desarrolló en las últimas horas cuando las tropas localizaron a la estructura del Frente Ismael Ruiz, liderada por alias Libardo González. Alias Brayan, quien desempeñaba el rol de jefe de seguridad del cabecilla, fue abatido en el transcurso de las operaciones militares.
El conflicto tomó un giro alarmante cuando miembros del grupo armado, en medio del combate, se dirigieron hacia la escuela de la vereda Horizonte Jurisdicción del corregimiento de Chapinero, Neiva, ubicada en los límites entre los departamentos de Huila y Tolima.
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Este acto, violó flagrantemente el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, generó una situación de terror entre los residentes locales. Dentro de la escuela, menores de edad se encontraban recibiendo clases, y la irrupción del grupo armado sembró el pánico entre estudiantes, padres de familia y docentes.
El Ejército, consciente de la vulnerabilidad de los menores y la comunidad, optó por proteger la vida de los niños, niñas, adolescentes y la población en general. Los soldados aguardaron mientras los profesores evacuaban a los menores hacia un lugar seguro, antes de continuar con las maniobras militares.
Sin embargo, la situación se tornó aún más tensa cuando, mientras los soldados aseguraban el área, integrantes del grupo armado residual lograron escapar. Minutos después, más de 60 personas de las comunidades cercanas, presuntamente instrumentalizadas por el grupo armado, realizaron una asonada, tomando por la fuerza el cuerpo sin vida de alias Brayan y alterando el lugar de los hechos, en un acto que constituye una violación a la cadena de custodia.
El Ejército rechazó enérgicamente las acciones del grupo residual, que empleó a la población civil y menores de edad como escudos humanos, en una clara violación de los derechos fundamentales y las normas del conflicto armado.
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