Carlos Yepes A.
Los economistas nos encontramos como médicos en época de pandemia, llenos de consultas. Todos quieren saber qué pasa con el dólar, unos por curiosidad, otros porque son antipetristas y quieren escuchar que es culpa del gobierno, otros porque tienen deudas en dólares y la gran mayoría por que reciben beneficios de las remesas del exterior o mejor dicho platica que les mandan los familiares o amigos desde Estados Unidos.
En consecuencia, muchas miradas apuntan hoy hacia el dólar, la semana pasada en particular fue el protagonista de la economía al acercarse a los cinco mil pesos, cifra hasta no hace mucho era verdaderamente impensable. Independientemente del tema político resulta imperativo indagar ¿cómo afecta el presupuesto familiar el dólar a ese precio? y las razones de esa inesperada alza en esta especial coyuntura de nuevo gobierno y de crisis inflacionaria global.
En primer lugar, podemos destacar que un parte positivo lo llevan las familias de estrato uno, dos y tres que por estadística a nivel nacional son los más beneficiados de los giros y las remesas provenientes del exterior, a ellos les va bien si el dólar se dispara. Pero no todo es color de rosa para este mismo segmento ya que algunos economistas coinciden que también les va mal ya que buena parte de la comida que se consume en el país, así como muchos artículos y bienes tecnológicos son importados y por consiguiente hoy son más costosos. Para corroborar esta hipótesis pienso que habría que entrar a estudiar la matriz de consumo de este segmento de la población para conocer lo que en economía llamamos “las preferencias del consumidor” y así poder determinar el grado de afectación a este segmento.
Sin duda alguna los beneficiados de manera directa son los exportadores, en nuestro caso el sector cafetero y piscícola del departamento, ambos pasan por un excelente momento, también los que poseen ahorros en el exterior y los que trabajan desde acá, pero devengan salarios en dólares.
Como vemos siempre hay ganadores y perdedores bajo una situación como la que estamos viviendo con el aumento del precio del dólar, lo importante es no desesperarse y actuar con cabeza fría al momento de tomar decisiones en negocios. Importante sobre todo mantenerse informado y tratar de entender que está pasando para no caer en situaciones críticas como el uso desmedido del crédito, herramienta muy utilizada por los estratos 4, 5 y 6 entendiendo que estamos ante una coyuntura que mantiene las tasas de interés muy altas.
Para tratar de entender esta inusitada alza de la divisa norteamericana que afecta a nuestra economía, encontramos cinco razones primordiales en las cuales creemos se puede basar una explicación objetiva. Primero, el alza de las tasas de interés decretado por la Reserva Federal de los Estados Unidos, determinación orientada a tratar de frenar la inflación anualizada, que a septiembre estaba en el 8.2%; en segundo lugar, el precio de los combustibles, ha subido por la salida de mercado de millones de barriles de petróleo, entre otras razones por la implementación de sanciones económicas contra Rusia; en tercer lugar, la casi que globalizada recesión económica que golpea a más de la tercera parte de los países que representan la economía mundial; en cuarto lugar y dentro del contexto nacional, el anuncio de imponer impuestos de salida a capitales golondrina, no fue bien recibido por inversionistas internacionales ( los últimos 12 meses han llegado $18 billones en capitales golondrina al país, buscando rentabilidades en el mercado de los TES) y en quinto lugar el tema de la incertidumbre de los inversionistas en minas y energías fósiles al reaccionar al anuncio del aparente freno a nuevos contratos para explotación y exploración, en un momento donde el petróleo se cotiza históricamente en US$93.35, algo difícil de compensar para mantener los ingresos del país.
Quedamos entonces expuestos a una muy posible recesión prevista para el año 2023 mientras que en la actualidad y bajo la incertidumbre que reina en la economía nacional, los inversionistas se seguirán refugiando en el dólar, presionando la demanda y elevando por consiguiente su cotización en el mercado nacional.
Desde el Huila podemos visualizar que la dinámica de viajes de turismo de fin de año muy seguramente afectará los viajes al exterior, creando una alternativa para que los destinos nacionales absorben este pico de demanda que siempre se da en diciembre. El departamento cuenta con una gran oferta turística la cual puede verse seguramente beneficiada de esta coyuntura, para esto debemos de prepararnos y de esta manera un nuevo sector, además del piscícola, el café y las finanzas departamentales vía regalías de la economía regional, podría obtener excelentes beneficios convirtiendo esta aparente crisis en una oportunidad.
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