Luis Humberto Tovar Trujillo
Ha lanzado el presidente Uribe, una iniciativa que, pudiéramos llamar salvadora, para las grandes obras de Antioquia.
La iniciativa que hace, ante la persecución inmisericorde del presidente, contra los antioqueños, ante su negativa de entregarles los recursos necesarios y suficientes, aprobados debidamente en el presupuesto nacional, y en el plan de desarrollo, para la culminación de las obras de Antioquia.
Triste haber llegado a estas situaciones, propias de un gobierno perseguidor, enemigo de Colombia, y especialmente de los antioqueños, grandes generadores de riqueza, y desarrollo, lideres en el éxito, ante la adversidad, como en este caso, e históricamente contra muchos otros episodios.
Simplemente, porque les ganaron las elecciones regionales en Antioquia y Medellín, y sacaron a sombrerazos a sus ad lateres, que inundaron de corrupción al pueblo antioqueño.
Como dijo recientemente Serio Fajardo, ex candidato presidencial; refiriéndose al gobierno, “Están robando de frente y sin vergüenza”; y en Antioquia, con mayor razón, donde pinturita, y su cuadrilla, lucieron por sus desafueros contra el presupuesto de la capital antioqueña.
Desde luego, habiéndoseles acabado la sinfonía de atracos al presupuesto público, eso ha incomodado por decirlo de aluna manera, al presidente y su sequito, donde su afán a todas luces, es exterminar a como dé lugar, a Colombia, de cualquier posibilidad de seguir avanzando hacia el desarrollo, como veía sucediendo, y aniquilarlo todo, para terminar, enriqueciéndose, sin haber trabajado honradamente, al menos hasta ahora.
Y así sucederá con las demás regiones, donde el pueblo colombiano, asqueado de tanta podredumbre, y tanto desacierto del gobierno, donde el presidente atendiendo al dicho popular. “es el hombre mosca, porque, donde se para la caga”, decidió darle la espalda al gobernante, y comenzar, el retorno a la legalidad, y a la institucionalidad democrática, porque de esto nada queda, solo un dictador que a sustituido a la democracia, para saciarse de dinero, y violentando la constitución, y la ley, cree ser el reyezuelo de un gobierno, que solo alimenta su narcisismo.
Alguien me preguntaba ayer, sobre mi opinión de esa misma propuesta para el Huila; enfáticamente dije que no; no por la bondad de los eventuales cesionarios de ese monto de dinero, sino porque, contrario a los Antioqueños, el Huila no confía en sus actuales gobernantes, así hayan sucedido las elecciones recientemente, y con mayor razón, en este departamento los elegidos, con abiertamente segundones de este gobierno nacional.
En consecuencia, ninguna malquerencia existe por parte del gobierno nacional, comparable con el momento de los antioqueños, son consentidos.
Nota: Ojalá la Corte, en su último pestañeo de dignidad, devuelva la terna para la fiscalía.
